Devocionales Cristianos – Un Reino de Reyes

 

Pasaje clave: Génesis 1:26-28.

 

El Hombre Fue Creado Para Dominio

Dios es Rey sobre todo lo que existe, ya sea visible o invisible. Desde su trono en el cielo, Él reina en gloria y majestad sobre el plano espiritual invisible. Sin embargo, su reinado sobre el dominio físico adopta una forma diferente. En vez de reinar directamente, Dios escogió desde el mismísimo comienzo ejercer su autoridad real en la Tierra a través de los enviados humanos creados a su imagen para gobernarla en su nombre, como sus representantes.

El propósito y el plan de Dios para la humanidad están claramente revelados en Génesis 1:26-28.

Dios creó al hombre porque deseo que alguien reine sobre el plano físico que Él había creado. En esta versión de La Biblia, se utiliza la palabra dominio, (que significa más bien “esfera o ámbito de dominio”), la cual está relacionada con el verbo dominar. Los seres humanos fueron creados para ejercer dominio sobre la Tierra y todas sus criaturas, la Tierra es la esfera de dominio para el gobierno de la humanidad (Salmo 115:15-17).

 

Un Reino de Reyes

Observe que estos versículos no mencionan nada sobre el gobierno de los humanos sobre otros seres humanos. No fue el diseño original de Dios que ningún hombre reinara sobre otros hombres. Él nos creó a todos para gobernar; no para ser gobernados. De acuerdo con su plan. Dios precisaba a alguien para dominar una propiedad llamada Tierra, por eso creó al hombre. Dios nos hizo para que estemos a cargo de este territorio especial, para reinar sobre la esfera de dominio del planeta. Muchos de nosotros hemos perdido de vista esta verdad o, en primer lugar, nunca la hemos aprendido. Entender que fuimos creados para dominar lleva implicancias capaces de cambiar nuestras vidas.

El propósito de Dios nunca cambia. Él sigue comprometido con su plan de que el hombre domine este planeta de parte de Él. Atrapado dentro de cada uno de nosotros, yace un espíritu de dominio clamando por ser liberado y un mandato de dominio esperando ser ejercido. Es este espíritu de dominio innato lo que nos lleva a rebelarnos contra todo intento por parte de los demás de dominar o controlar nuestras vidas o destino. Ya sea que la opresión provenga de la religión o de los sistemas mundiales, los humanos no fuimos creados para vivir una vida de subyugación y siempre resistiremos la opresión.

No fuimos creados para ser dominados, sino para dominar en cada área de nuestras vidas.

Al mismo tiempo, es realmente asombroso ver cómo permitimos que muchas cosas nos dominen. Se supone que nosotros debemos tener dominio sobre las plantas, ¡y mire como dejarnos que algunas plantas arruinen nuestras vidas! Las hojas de coca de Colombia, las de tabaco de Cuba, el jugo de la uva y las cepas usadas para hacer vino y licor. Café, cigarrillos, licores; estamos sujetos a toda clase de vicios que gobiernan nuestros apetitos.

Se supone que somos nosotros los que debemos gobernar nuestras pasiones y deseos, sexo, codicia, drogas, poder, dinero y posesiones, pero en cambio son ellas las que nos gobiernan. Mucha gente vive y trabaja para el dinero, pensando que les brindará libertad, cuando en realidad lenta y seductoramente se convierten en esclavos de las mismas cosas por las que han trabajado. La gente que entiende correctamente las finanzas, entiende que ellos no trabajan por el dinero. El dinero trabaja para ellos. Los que son esclavos del dinero nunca avanzaran verdaderamente.

Si usted se da cuenta de que es uno de esos que está trabajando por dinero y aún es pobre, seguirá siendo pobre y nunca podrá salir del hoyo económico en el que se encuentra. Si es de la clase media, allí es donde permanecerá. Siempre que vaya detrás del dinero, él lo esquivara. Tan pronto como aprenda a hacer que el dinero trabaje para usted, volverá a usted multiplicado varias veces.

Una de las primeras cosas que sucedió en la Iglesia primitiva en el libro de los Hechos estaba directamente relacionada con todo el tema del dominio (Hechos 4:32-35).

El punto principal que me gustaría resaltar aquí es que ellos traían sus ganancias y las ponían a los pies de los apóstoles. Esto estableció el principio de que el amo del dinero, que una vez los domino a ellos, ahora tenía que inclinarse y volverse esclavo del Reino de Dios. Por el mismo acto de compartir sus posesiones unos con otros y vender sus casas y tierras, y entregar el dinero de las ventas para que sea distribuido entre los necesitados, esos primeros creyentes estaban ejerciendo dominio sobre lo que previamente los había dominado a ellos. En Cristo, ellos encontraron la libertad para gobernar como habían sido creados para hacerlo, en vez de ser gobernados por sus deseos incontrolados. En su primera carta a los creyentes de Corinto, Pablo expreso perfectamente cuál debe ser nuestra actitud al respecto (1º Co.6:12).

Extracto del libro “Redescubriendo el Reino”

Por Myles Munroe

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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