Devocional – El Poder Transformador del Cristianismo
Pasaje clave: Mateo 13:33.
La llegada del cristianismo tuvo un efecto revolucionario en la sociedad. Veamos el impacto social que trajo el Reino de Dios:
1°. Transformó la vida de las MUJERES. (Jn.4:7; Lc.7:36-50; 1° P. 3:7)
El judío en sus oraciones matutinas dada gracias a Dios porque no había nacido gentil, ni esclavo ni mujer.
En la civilización griega, la mujer llevaba una vida de absoluta reclusión, sin más responsabilidad que las tareas del hogar. En los grandes días de Atenas cuando un niño llegaba a su casa no encontraba algo que se pareciera a un ambiente familiar. Su padre rara vez estaba en casa, su madre era simplemente una figura sin personalidad que vivía en las habitaciones de las mujeres, y probablemente tampoco la vería con frecuencia.
En los países orientales se solían ver familias que iban de viaje, el padre iba montado en un asno, la madre caminando detrás a menudo encorvada bajo una pesada carga.
2°. Transformó la vida de los ENFEERMOS (Lc.4:40; Mt.8:2-3)
En la cultura pagana los débiles y los enfermos eran una molestia. En Esparta cuando nacía un niño se lo sometía a un examen, se era fuerte y sano se le permitía vivir si era débil a tenía algún defecto se lo exponía a la muerte en el monte.
El primer asilo para ciegos fue fundado por Talasio un monje cristiano. El primer consultorio médico gratuito lo fundó Apolonio un comerciante cristiano. El primer hospital del que se tiene noticia lo fundó Fabiola una dama cristiana.
El cristianismo introdujo la misericordia en el mundo.
3°. Transformó la vida de los ANCIANOS (Prv.20:29)
Al igual que los débiles, los ancianos eran una molestia. Catón el escritor latino aconsejaba a quiénes hicieran una granja: «Pasa revista del ganado….vende los bueyes que están agotados, el ganado defectuoso, los aperos desgastados, los esclavos viejos y los enfermos y todo lo que sea superfluo».
4°. Trasformó la vida de los NIÑOS. (Mr.10:13-16)
En la vida inmediata a la era cristiana la relación matrimonial estaba desecha, el divorcio era tan corriente que se consideraba normal que una mujer adinerada cambiara marido todos los años. Hay una carta de un tal Hilario que se había ido a Alejandría que se dirige a su mujer y dice: “Bueno, si tiene la suerte de que sea un niño lo que des a luz déjale que viva, peor si es una nena, tírala”.
Cualquier oponente que pregunta qué ha hecho el cristianismo por el mundo, se encuentra desarmado por la respuesta.
Por William Barclay
