nuevo-1Estudios Cristianos – Carácter y Unción 1

 

Pasaje clave: 1º Reyes 18.

 

La unción viene por buscar a Dios con hambre, con deseo. Por querer y desear más de Dios. Y viene por gracia de Dios y de golpe.

El carácter no viene por gracia y no es de golpe. Viene por costo. Se forma a lo largo del tiempo. El tiempo ayuda (o debería ayudar) a que nuestro carácter madure. Las pruebas no sirven para la unción, las pruebas sirven para fortalecer el carácter.

Tener carácter significa ser perseverantes para madurar.

Si tenemos unción pero no tenemos carácter estamos incompletos. La unción es poder, pero el poder puede edificarnos o lastimarnos. Por lo tanto la unción debe ser administrada por medio del carácter. Si queremos ser personas usadas por Dios, debemos permitir que él forme carácter en nosotros. Y para esto necesitamos incorporar hábitos, nuevas conductas. Para que un nuevo hábito se incorpore necesitamos ser constantes en hacer lo que nos propusimos entre 21 y 30 días. Necesitamos perseverar.

 

1º Hábito a Incorporar: COMUNIÓN. (18:42).

Todo en el Reino de Dios comienza con comunión. Cuando tenemos comunión con Dios en lo privado somos recompensados por Él en lo publico. La oración de Elías fue fundamental para que el milagro se realice.

Seamos puertas en las manos de Dios, puertas abiertas para bendecir a los demás (Sal. 24:7, 9). Pero para ser puertas usadas por Dios y abiertas a los demás necesitamos comunión. Una comunión diaria y perseverante.

 

2º Hábito a Incorporar: TENER METAS GRANDES. (18:41).

Las metas tienen que ser medibles, cuantificables y no una mera expresión de deseos. Por ejemplo:

a. Orar 10 min. más por día.

b. Ganar este mes cinco personas para Cristo.

c. Leer 2 capítulos más de la Biblia por día.

Un hombre de carácter es una persona que tiene sueños específicos que ya los ha visto en su corazón. Ya los tiene en su espíritu.

Cuando tenemos metas espirituales eso nos mantiene con fuego. Para tener carácter hay que establecerse metas. Hay gente que tiene tareas que hacer, pero no metas. Cuando tenemos visión, metas claras, el fuego se enciende y eso nos ayuda a superar cualquier obstáculo.

Soñá con metas grandes para cada área de tu vida.

 

3º Hábito a Incorporar: SUPERACION. (18:43).

Para tener carácter hay que tener un espíritu auto motivador para superarse. Si uno mismo, cuando alcanza lo que se propuso, no rompe su propio techo, no supera su propio nivel, nadie podrá hacerlo.

Dios no busca gente indecisa y gente mediocre que diga “hasta acá llegué”, “hasta acá estoy bien”. Dios busca gente de carácter decididos a anhelar más y más.

Los sueños que Dios te da nunca los vas a lograr solo. Necesitás del que tenés al lado, por eso Dios puso la iglesia, porque nunca te va a cumplir el sueño solo.

Pero antes de que venga una gran unción vendrá un gran ataque de Satanás.

Mira Joel 1:4.

a. Oruga. Come la semilla. Le semilla es la comunión.

b. Saltón. Come el tallo. El tallo es la oración.

c. Revoltón. Come el fruto. El fruto del Espíritu, el carácter.

d. Langosta. Come lo que queda. Por lo tanto, ya no queda nada.

 

4º Hábito a Incorporar: Tolerancia a los Problemas. (18:41, 44).

El ministerio es difícil. Trabajar con gente es difícil, por lo tanto tenemos que aprender a ser tolerantes. Nos frustramos cuando vemos nada, ¡nada!, pero tenemos que seguir caminando por fe. Vos andá, yo voy a orar, voy a orar, voy a orar y a perseverar porque sé lo que Dios quiere. Las bendiciones son para ser compartidas, nunca son exclusivamente para uno.

 

Para Reflexionar:

1. Escribí a continuación tus metas. ¿Qué es lo que querés lograr en tu vida personal, espiritual, familiar, ministerial?

A. _________________________________________________________________

B. _________________________________________________________________

C. _________________________________________________________________

D. _________________________________________________________________

E. _________________________________________________________________

2. ¿En qué áreas te está atacando y debilitando Satanás?

¿En la comunión?

¿En la oración?

¿En el carácter?

¿En tus sueños y metas?

¿En tus deseos de superación?

¿En tu fe?

3. ¿Qué tendrías que hacer para que Satanás (la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta) no siga debilitando y devorando tu vida? Sé bien específico.

(CONTINÚA…)

Por Bernardo Stamateas

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