Estudios Bíblicos – Cristo Venció a Satanás 2
Continuemos.
2. Cristo Vence el Poder de Satanás (Lc.11: 21-22)
Satanás es retrato como de un “hombre fuerte”, pues antes de que viniera Cristo nadie le había vencido.
A. Cristo venció en el desierto a Satanás.
(Mat. 4:1-11). La estrategia satánica fue de intentar separar al Hijo del Padre, tentándole para que actuara independientemente. Cristo venía a l tierra a hacer la voluntad del Padre, no la suya propia, y en esto consistió esta tentación (Jn.5:19, 30).
La victoria de Cristo estuvo basada en el uso que le dio a la Palabra de Dios (Ef. 6:17).
B. Cristo venció las enfermedades de Satanás.
Durante su ministerio terrenal, el Señor Jesús vino a poner en libertad física a todos los atormentados por el diablo (Hch.10:30; Lc.6:18 Hch18 Hch.5:16)
Las enfermedades no todas provienen del poder satánico, pues muchas veces son el resultado de nuestros propios pecados y desobediencia a Dios (1º Co.11:27-30); o como medida preventiva (2º Co.12:7-9).
C. Cristo vence a Satanás en la cruz del Calvario (Col.2:13);
Esta fue la final y más grande victoria de Cristo sobre el príncipe de las tinieblas. Fue la cruz donde el Hijo de Dios logró nuestra redención y justificación; donde de la muerte salió la vida. (Col.1:20-22). Es la cruz el medio de nuestra victoria diaria sobre el poder del Maligno (Gal. 2:20; 2º Co.4:10-12).
3. Cristo Destruyó las Armas de Satanás.
¿Cuáles son estas armas que Satanás usa para mantener este mundo bajo su dominio?
A. El orgullo (Is.14:12-15)
Fue el orgullo y la soberbia lo que produjo la caída de Lucero o Luzbel del cielo. Es la actitud de querer actuar independientemente de Dios o de creer que podemos ser o hacer algo sin tomar en cuenta a Dios (Jn.15:5).
La vida de Cristo fue caracterizada exactamente por lo opuesto al orgullo (Fil. 2:5-11; Lc.22:42).
B. El temor (Hb.2:14-15).
El temor es una de las armas más poderosas que Satanás esgrime en contra del ser humano. El temor paraliza, congela, detiene que actuemos y vivamos con la confianza en Dios en este mundo.
El temor atormenta el alma humana (1º Jn.4:18); la fe y el temor no pueden coexistir! Cristo sacó de la muerte la luz y la inmortalidad, por lo que ningún hijo (a) de Dios debe jamás tener temor a la muerte (2º Tim.1:10,17).
C. La mentira (Jn.8:44)
Desde el principio de la creación, Satanás ha sido un mentiroso (Gn.3) y ha continuado distorsionando la verdad de Dios. Su ataque principal es contra la Palabra de Dios, pues es la que contiene la revelación verdadera de Dios y del universo (Jn.17:17). Cristo vino a “dar testimonio de la verdad” (Jn.8:37; 14:6).
Es necesario reconocer que el lugar en donde mejor actúan las mentiras de Satanás es en las religiones falsas (2º Co.11:13-15).
Todas las sectas y religiones están basadas en mentiras satánicas (2º Co.4:4; Mr.7:6-9, 13). La Biblia nos advierte de esto (Col. 2:8).
D. El odio (Jn.8:44; 10:10)
Satanás odia a Dios y a sus elegidos con toda su alma y todas sus fuerzas, y una de las maneras en que puede lastimar a Dios es produciendo odio entre los seres humanos. El odio es la antítesis del amor y la verdad.
Cristo reveló que el mundo odia la verdad y la luz (Jn.3:19-21; 15:18-21).
Es por esta razón que los cristianos debemos demostrar nuestra verdadera conversión a través del amor que nos tengamos unos a otros (1º Jn.2:8-11; 4:7-12).
4. Cristo Despojó a Satanás de su Botín (Lc.11:22).
En toda guerra, al que vence “le pertenece el botín”, o sea, es el privilegio del vencedor de “reclamar y distribuir el botín del enemigo”.
En el Antiguo Testamento existía una ley al respecto (Nm.31:25-30; 1º S.30:24-25).
Nosotros los cristianos debemos, gracias a la victoria en la cruz, capturar y arrebatar todo lo que Satanás nos ha quitado y usarlo para la gloria de Dios (Jos.1:1-6).
El “botín” aquí mencionado en esta parábola de Jesús se refiere a las “almas” que estaban bajo el control de Satanás (Lc.4:18). El profeta Isaías escribió (Is.53:12); y el apóstol Pablo dijo (Col.1:13).
Desde su nacimiento, Cristo invadió el territorio de Satanás, y venció su poder y destruyó sus armas con sus enseñanzas, muerte y resurrección.
Fue en su ascensión que tomó el botín para El mismo (Sal. 68:18; ef. 4:8). Ahora que el Señor Jesús está sentado sobre todo trono, dominio y potestad, nos ordena que reclamemos este botín y participemos de la distribución de su conquista.
Una cosa es segura: ¡En esta guerra espiritual no se puede ser neutral! (Lc.11:23-26). O estamos con Cristo ayudando a juntar el botín (las almas humanas), o estamos en contra de Él ayudando a Satanás (esclavizando las almas).
Por Dr. Armando Alducin
gracias por su ayuda Dios los bendiga
Hola Gladys. ¡¡Bienvenida!! Gracias a vos!!