Estudios Bíblicos – El Amor de Dios
La declaración de Juan “Dios es amor” es una de las más formidables de la Biblia (1ºJn.4:8, 16). Conocer el amor de Dios equivale realmente a tener el cielo en la tierra. Hablar del amor de Dios es introducirnos en el corazón mismo de Dios.
Profundicemos en Ro.5:5.
1. El verbo derramado significa literalmente eso, y es el mismo que se usa del derramamiento del Espíritu Santo (Hch.2:17, 18, 33, 10:45, Tit.3:6). Sugiere un fluir libre y abundante. El amor de Dios “nos ha inundado”.
2. El verbo (“ha sido”) está en tiempo perfecto, lo cual indica un estado permanente como resultado de una acción completada. Esto significa que nuestros corazones se mantienen colmados del amor de Dios.
3. Parte del ministerio del Espíritu Santo para con los que reciben a Cristo es impartirles su amor en abundancia (Ef.3:18-19).
Veamos cómo es el amor de Dios:
1. El amor de Dios no es un sentimiento caprichoso y fluctuante (cambiante) como lo es el amor del ser humano, es más bien una determinación espontánea del ser total de Dios manifestado en bondad y favor. Una actitud de amar libremente elegida y firmemente establecida (Ro.8:35-39).
2. El amor de Dios es santo. Ama la justicia y odia la iniquidad, y en su amor disciplina y corrige a sus hijos (Hb.12:6-11).
3. El amor de Dios es un ejercicio de su bondad. El amor es la manifestación más suprema y gloriosa de la bondad de Dios (Sal.145:9, 15-16, Lc.6:26, Hch.14:17).
4. El amor de Dios es un ejercicio de su bondad para con los pecadores. Y como tal se expresa en gracia y misericordia.
Dios ama a seres que se han hecho inmerecedores del amor y que no pueden ser amados, pero el amor de Dios es libre, espontáneo, inmotivado, incausado. Dios ama a los hombres porque ha elegido amarlos (Dt.7:7-8). Y para su amor no se pueden dar razones, salvo su soberana voluntad.
5. El amor de Dios para con los pecadores conlleva el que Él se identifique con ellos.
6. El amor de Dios para con los pecadores se expresó mediante el don de su Hijo para que fuese su Salvador. La medida del amor depende de cuánto da, y la medida del amor de Dios es el don de su Hijo único para hacerse hombre y morir por los pecadores. Esta es una medida de amor que excede todo conocimiento (Ef.2:4, 3:19, Ro.8:32, 1ºJn.4:9-10, Jn.3:16, Ro.5:8, Gál.2:20).
7. El amor de Dios para con los hombres alcanza su objetivo en cuanto los lleva a conocerlo y a gozarse en él en una relación basada en un pacto (Gn.17:1-7, Gál.3:15-29).
Es como si Dios dijera: “Mi gracia será tuya para perdonarte, y mi poder será tuyo para dirigirte, y mi bondad será tuya para aliviarte, y mi misericordia será tuya para proveerte, y mi gloria será tuya para coronarte”. Esto es lo que hace Dios para los que ama: Lo mejor de los mejor.
Si Dios me ama de tal manera:
¿Por qué soy desconfiado y vivo con miedo?
¿Por qué me quejo y muestro amargura y descontento?
¿Por qué permito que mis lealtades estén divididas, sin darle todo mi corazón a Dios?
¿Por qué me permito enfriarme y hacer sin ganas el servicio para ese Dios que me ama así?
¿La forma en la que nos amamos unos a otros (1ºJn.4:11), dice algo de la grandeza del amor de Dios?
Extracto del libro «Conociendo a Dios»
Por J. I. Packer
Adaptado por Edgardo Tosoni
Ola buena días en él soy cristiano que esta cambiando en él
bendiciones este tema del amor De Dios es precioso.lo predicamos muchas veces y creo q solo de palabras como pueblo o como pastores nos falta mucho de ese grande De Dios
hola hermano queria agradecerle la publicacion de este material
me es de gran ayuda para el estudio que tengo que compartir me simplifica muchisimo el mensaje gracias que Dios te bendiga
Hola Daniel. ¡¡Bienvenido!! Gracias!!!
Estoy muy agradecida y bendecida por haber encontrado este estudio en el que pude recibir tan claramente el significado del amor de Dios en mi vida. Si bien pude experimentarlo pero en este estudio encuentro la facilidad de compartirlo con otras mujeres ya que lidero un grupo de mujeres en mi iglesia. Dios los siga iluminando. bendic.
Hola Graciela. ¡¡Bienvenida!! Qué satisfacción que te sea de utilidad en tu ministerio.