Estudios Bíblicos – El Pueblo Que Conoce a su Dios
¿Quieres librarte del dolor? ¿Quieres ahogar tus preocupaciones? Entonces ve y zambúllete en lo más profundo del mar de la Deidad.
Hay cinco afirmaciones básicas, cinco principios fundamentales relativos al conocimiento sobre Dios:
1. Dios le ha hablado al hombre y la Biblia es su Palabra.
2. Dios es el Señor y Rey sobre el mundo y gobierna sobre todas las cosas para su propia gloria.
3. Dios es el Salvador, activo en amor mediante el Señor Jesucristo.
4. Dios es trino y uno. En la Deidad hay tres personas y en la obra de salvación las tres actúan unidas: el Padre proyecta la salvación, el Hijo la realiza y el Espíritu la aplica.
5. La santidad consiste en responder a la revelación de Dios. La vida debe verse y vivirse a la luz de la Palabra de Dios.
En el Salmo 119:12, 18, 97, 103, 125, el salmista anhelaba adquirir conocimiento de Dios, no teórico sino práctico. Su anhelo supremo era conocer a Dios mismo y deleitarse en él, y que el conocimiento sea sólo un medio para alcanzar ese fin. Quería entender las verdades divinas con el fin de que su corazón pudiera responder a ellas y que su vida se fuese conformando a ellas (Sal.119:1, 2 y 52 y 5).
Esta debe ser también nuestra actitud. Pero ¿cómo podemos transformar el conocimiento acerca de Dios en conocimiento de Dios?. Consiste en que transformemos todo lo que aprendemos acerca de Dios en tema de meditación delante de Dios, con oración y alabanza a Dios.
¿Podemos decir, sin lugar a dudas, que hemos conocido a Dios?
1. Se puede conocer mucho acerca de Dios sin tener mucho conocimiento de Él. Conocer teología (el estudio de Dios) o hablar o pensar bien sobre temas cristianos, no tiene nada que ver con el verdadero conocimiento de Dios. Tal vez sepamos mucho acerca de Dios sin conocerlo realmente.
2. Podemos tener mucho conocimiento acerca de la vida cristiana sin tener mucho conocimiento de Dios.
La cuestión no es cuánto sabemos, sino si realmente hemos conocido a Dios.
Si deseamos tener conocimiento de Dios:
A. Tenemos que reconocer en qué medida carecemos del conocimiento de Dios.
Tenemos que aprender a medirnos, no por lo que sabemos acerca de Dios, sino por la forma en la que oramos y declaramos la grandeza de Dios.
B . Tenemos que buscar al Señor.
Solamente los que han buscado al Señor hasta encontrarlo son los que pueden pararse ante el mundo para dar testimonio de que han conocido a Dios.
Extracto del libro «Conociendo a Dios»
Por J. I. Packer
Adaptado por Edgardo Tosoni