Estudios Cristianos – Jesús, el Supremo Líder Fiel 3

 

Continuemos.

Juan 14:15-16. Los discípulos y todos los creyentes iban a necesitar en su vida la presencia y el gobierno del Espíritu Santo. La evangelización no es una empresa humana, dependiente de nuestros planes, sino una obra de Dios cuando él  tiene de veras la iniciativa. Jesús es Dios en revelación, pero el Espíritu Santo es Dios en operación.

Era imprescindible que los discípu­los comprendieran (igual que nosotros hoy) que el Espíritu Santo tomaría en ellos el mismo lugar que hasta entonces había tomado la Persona visible del Señor Jesús. (Juan 14:26. Juan 16:12-15). Ese era el secreto de la vida vic­toriosa en el poder del Espíritu Santo (Lucas 24:49. Hechos 1:8, 2:32-33).

 

5. Jesús, Fiel a su Magisterio, Formó a sus Discípulos con su Propio Ejemplo.

Juan 13:15. Jesús demostró con su propio ejemplo, la clase de vida que él es­peraba de sus discípulos. No era una vida ideal e imposible de alcanzar, sino una vida posible en el poder del Espíritu Santo. (Comparar Filipenses 2:12-13). El tema del ejemplo de Jesús como un modelo de vida se enfatiza y se repite en este curso porque también se enfatiza y se repite en el Nuevo Testamento. Jesús censuró severamente a los malos líderes cuyas enseñanzas no se confirmaban con el ejemplo (Lucas 11:46. Mateo 23:1-7). Recordar muy bien estos pasajes bíblicos, para no caer en iguales pecados.

Jesús dio a sus discípulos el ejemplo de una vida de oración. Comenzó su ministerio orando en el momento de su bautismo (Lucas 3:21) y siguió oran­do aun en la cruz (Lucas 23:34) y después de su resurrección (ver Lucas 24:30). Oró en el monte de la transfiguración (Lucas 9:28-29) y en todos los momentos culminantes de su ministerio. Los discípulos aprendie­ron a orar porque veían a Jesús orando (Lucas 11:1).

Jesús dio a sus discípulos el ejemplo de una vida que daba importancia su­prema a las Sagradas Escrituras. Jesús las definió como Palabra de Dios y mandamiento de Dios (Mateo 15:6, Marcos 7:13, Juan 10:35).

  • Declaró que las Sagradas Escrituras registraban lo revelado por el Espíritu Santo a través de sus instrumentos humanos (Marcos 12:36 y Mateo 22:43-44, compara­dos con Lucas 20:42-43).
  • Señaló que las Sagradas Escrituras daban testimo­nio de él (Juan 5:39-40).
  • Enfatizó también que las Sagradas Escrituras se cumplían en él y en su ministerio (Mateo 13:13-15, 26:51-56, Marcos 14:49, Lucas 4:21, Juan 13:18, 15:24-25, 17:12).
  • Hizo notar que él se sometía a la autoridad de las Sagradas Escrituras (Mateo 5:17-18).
  • Citó pasajes de las Sagradas Escrituras para resistir al Diablo (Mateo 4:1-11, Lucas 4:1-13).
  • Y utilizó las Sagradas Escrituras para predicar sus mensajes (Lucas 4:17-21, 24:27, etc.).

Así enseñó también a sus discípulos como usar e interpretar las Sagradas Escrituras, completando él con sus propias palabras el resto de la enseñanza que luego quedaría escrita. Sus palabras «son espíritu y son vida» (Juan 6:63) y debían permanecer en el Señor, como discípulos, en tanto que las palabras del Señor debían permanecer en ellos (Juan 15:7). Y esto hay que pensarlo muy bien (Juan 8:31-32, 12:48, 14:24).

Jesús fue un ejemplo como ganador de almas y como maestro. Fue un verdadero hacedor de discípulos: un modelo para los suyos.

 

6. Jesús, Fiel a sus Objetivos, Distribuyó Tareas Entre sus Discípulos.

Jesús tenía objetivos muy claros y sabía que después de su partida el tra­bajo quedaría en manos de sus discípulos: ellos continuarían su misión y él estaba preparándolos para esa responsabilidad. Este objetivo fue declarado por el propio Jesús en Mateo 4:19.

Desde el principio de su ministerio, Jesús autorizó a sus discípulos a ad­ministrar el bautismo (Juan 4:2). Los discípulos comenzaron a bautizar mu­cho antes de empezar a predicar. También Jesús les encargó diverso tipo de tareas: 

  • Organizar a la gente (Marcos 6:39-40).
  • Servir la comida a la multitud (Lucas 9:16-17).
  • Recoger la comida sobrante (Juan 6:12-13).
  • Preparar la cena de la pascua (Lucas 22:7-13).
  • Echar la red para pescar (Juan 21:6).
  • Navegar a Betsaida mientras él se quedaba a despedir al pueblo en la orilla opuesta (Marcos 6:45).
  • Etcétera.

Estos trabajos tenían poco que ver con el liderazgo, pero los formaban en la disciplina personal, en la sujeción al Maestro.

(CONTINÚA…)

Por Dr. Robert E. Coleman

Adaptado por Samuel O. Libert

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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