LA ORACIÓN DE JESÚS

Ante todo, Jesús dijo: «Padre nuestro». No es mío o suyo solamente, sino que es el Padre de todos los que creemos. En segundo lugar, nuestro Padre se encuentra «en los cielos». No está en la Tierra, sino que rige su Reino en el cielo. Cuando oramos deberíamos dirigirnos a Él como estando en el cielo en vez de en la Tierra. El cielo, no obstante, no está muy lejos. Es la dimensión adyacente a la nuestra. Cualquier creyente que muere llega allí instantáneamente. Así es cuán cerca se encuentra Dios. Jesús luego nos enseña a respetar y honrar a Dios: «santificado sea tu nombre». Santificado significa «santo», y santo significa «puro y sin motivación ulterior, separado, apartado de toda maldad». Dios quiere decir exactamente lo que dice, y siempre guarda su palabra.

Luego vienen las palabras: «venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo». Observe que debemos orar que el Reino de Dios venga (no que vaya), así como también orar que su voluntad sea hecha. La palabra voluntad también significa «propósito». Cuando oramos que la voluntad de Dios sea hecha en la Tierra, le estamos pidiendo que lleve a cabo sus propó­sitos, que cumpla su plan original. Estamos orando que cualquier cosa que suceda en el cielo sea manifestada en las regiones de la Tierra. Cuando Adán cayó, él provocó un nuevo fenómeno en la Tierra: una voluntad distinta a la voluntad del Padre. El enfoque de los hombres y las mujeres del Reino debe estar en unir al mundo nuevamente a la voluntad única del Padre.

El propósito original de Dios era extender su reinado celestial a la Tierra a través de seres humanos. Su deseo era que nuestra dimensión terrenal física reflejara su dimensión celestial espiritual. Como el Reino de los cielos sobre la Tierra fue el plan original e inmutable de Dios, también ese fue el enfoque del mensaje y ministerio de Jesús. Los cuatro evangelios en conjun­to contienen más de cien referencias al Reino. Juan el Bautista predicaba del Reino. Jesús predicaba del Reino; era Santiago, Juan y los otros apóstoles predicaban del Reino. La Iglesia primitiva predicaba del Reino.

Un mundo oscuro y agotado, desesperanzado -y desesperadamente necesita oír- las buenas nuevas del Reino de Dios. Al predicar el evangelio del Reino a todas las naciones, preparamos el ca­mino para el regreso de Cristo. Esa es nuestra misión, la tarea que se nos ha encomendado como el Cuerpo de Cristo. Si no lo predicamos nosotros, ¿quién lo hará?

Principios

  • El propósito de Dios es restaurar su gobierno sobre la Tierra a través de la humanidad.
  • Jesús vino a reintroducir el Reino de Dios a nosotros y, mediante su san­gre derramada en la cruz, proveernos los medios por los cuales entrar en él.
  • El Reino de Dios nos pertenece por derecho legal, en calidad de herencia.
  • Proclamamos el mensaje del Reino de Dios, y ese mensaje es buenas nuevas para todo el que lo escucha.
  • Jesús nunca predicaba acerca de nacer de nuevo; Él predicaba más bien sobre el Reino de Dios.
  • Las buenas nuevas que Jesús predicaba -y que nosotros deberíamos pre­dicar también- son que el Reino de los cielos ha venido a la Tierra y, a través de Jesús podemos formar parte de él.
  • El grado en que disfrutemos de nuestra ciudadanía en el Reino depende del nivel de nuestra disposición a ser valientes y reclamar lo que es le­galmente nuestro, lo que Jesús ha restaurado para nosotros a través de su muerte y resurrección.
  • Las buenas noticias son que en Cristo somos ciudadanos del Reino de los cielos, y todos los recursos de ese Reino están disponibles para ayu­darnos a vivir en victoria cada día desde aquí en adelante.

Extracto del libro Redescubriendo el Reino

Por Myles Munroe

Lee Un Reino de Reyes Siervos

1
2
3
Artículo anteriorPoesías – PERMANECIENDO
Artículo siguienteEstudios Bíblicos – Myles Munroe UN EVANGELIO TERGIVERSADO
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

2 Comentarios

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre