Estudios Cristianos – Una Salvación Única 3

 

Continuemos.

Su Gracia es incondicional y es gratis. Él, por gracia, le da al hombre. Y el hombre, por la fe, recibe de Dios. La fe es recibir lo que Dios en su gracia nos ha dado. La gracia y la fe son inseparables.

 

3. La Fe es independiente de las Obras de la Ley.

(Ro. 3:19-20, 28, Ef. 2:8-9, Gál.2:16-17).

Por medio de la ley Dios quiere mostrarnos que hemos pecado y que estamos perdidos, que no tenemos esperanzas y que necesitamos su salvación. No existe el mérito humano. El hombre no se salva por creer y “hacer algo más”. Por creer y “realizar algún sacrificio”. Por creer y “bautizarse”. Por creer y “realizar una peregrinación”. O por creer y “hacer promesas”. El hombre se salva única y exclusivamente por creer en la obra terminada de Cristo (Jn.3:16).

 

4. La Fe recibe todo lo que ya ha sido hecho.

No es creer que recibiremos, ni que estamos a punto de recibir, sino creer que ya hemos recibido (Mr.11:24).

Creo que Dios ya perdonó mis pecados. Creo que Dios ya me dio la salvación. Creo que Dios ya me justificó. Creo que Dios ya me hizo su hijo. Ya soy prosperado, ya soy bendecido, ya estoy sano. Estoy completo en él y nada me falta.

La fe dice: “Gracias, Señor, lo he recibido”. No hace falta nada más.

 

5. ¿Por qué la Salvación es sólo por la Fe?

Porque la Fe está al alcance de todos. No importa la edad, la condición social, el nivel cultural, la raza ni las costumbres. Todos pueden creer y ser salvos.

Porque la Fe elimina totalmente el mérito humano. Si fuera por el obrar del hombre habría personas que podrían ser más salvas que otras, pero no es cuestión de hacer, sino de creer. No depende de lo que tengo o de lo que he logrado en la vida, sino de creer en Jesús.

 

El Arrepentimiento.

1. Del griego Metanoia. Significa “cambio de mente”. Por lo tanto, el arrepentimiento consiste en un cambio de perspectiva. Es ver las cosas a la luz de Dios y ya no verlas de acuerdo a mi criterio humano.

Por la gracia de Dios comprendo que lo que hacía, lo que decía y la manera en la que vivía me condenaba y era pecado delante de Él. Estaba mal. Pero ahora comprendo que hay algo nuevo de Dios para mí. Esto es arrepentimiento. Y este cambio de mentalidad me conduce al perdón de Dios.

2. El arrepentimiento está incluido en la Fe.

El arrepentimiento nunca está separado de la fe. El arrepentimiento bíblico es sentir el dolor de nuestros pecados y condenar nuestras conductas pasadas. Pensábamos que vivíamos bien y que hacíamos las cosas bien, pero cuando escuchamos el Evangelio de Dios nos dimos cuenta que estábamos mal, en pecado y condenados, entonces nos arrepentimos de lo viejo, para recibir, por medio de la fe, lo nuevo de Dios. (Hch.8:22, Ap. 2:21).

Si la persona dice que se arrepiente, pero no cree, no es salva. El verdadero arrepentimiento conduce hacia la fe salvadora.

3. Sin arrepentimiento el hombre no puede creer.

Si él no considera su manera de vivir incorrecta delante de Dios, si él no considera que sus pecados lo condenan y lo separan de Dios ¿cómo va a creer en la salvación de Jesús?. Sólo puede creer, aquel que se arrepiente, porque reconoce su estado perdido y se acerca a la gracia de Dios para ser perdonado. (Hch.3:15-20).

4. El arrepentimiento me conduce al perdón de Dios.

Un corazón arrepentido (en el sentido bíblico) está preparado para creer en la salvación de Jesús. Y al creer recibe el perdón completo y total de Dios. (Lc.24:45-47, Hch.2:38, 3:19).

(CONTINÚA…)

Por Edgardo Tosoni

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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