Mensajes – Descansando en Jesús en Tiempos Peligrosos 2
Continuemos.
En un tiempo cuando grandes juicios estaban cayendo sobre la nación a todo su alrededor, Isaías testificó tener una doble porción de paz. La misma maravillosa perspectiva que tuvo Isaías en los peligrosos tiempos de sus días está disponible para nosotros también. Esta promesa de descanso se aplica a “todos cuyos pensamientos perseveren en Él”.
Isaías fue abrumado por lo que vio ocurrir en el mundo a su alrededor. Pero las Escrituras revelan que él disfrutó de una gran paz. ¿Cómo entró él a tal lugar de paz, con todo lo que veía? Hubo dos razones para eso:
Primero, mientras los juicios eran preparados para golpear a las naciones, Isaías estuvo en constante comunión con Dios en oración. “También en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma” (Isaías 26:8). Isaías estaba preparado para lo que fuera porque él ya estaba “orando sin cesar”.
Debo preguntarle: mientras la tormenta se enfurece, está usted yendo al Señor en oración, como lo hizo Isaías? Si es así, entonces usted está logrando fortaleza, porque su mente se está enfocando fijamente en su soberano Padre Celestial amoroso, y él está continuamente revelándole su poder y animándole en que podrá atravesar las circunstancias.
No es la voluntad de Dios que ninguno de sus hijos enfrente los tiempos de peligro por delante con temor paralizante. El Señor no desea que las profecías y advertencias bíblicas nos asusten. En cambio, aquí está el deseo de Jesús en este asunto, señalado muy claramente: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27).
En el evangelio de Mateo, Jesús profetiza de eventos mundiales venideros que suenan espantosos. Él habló de guerras, pestilencias, terremotos en varios lugares. Y les advirtió a sus oyentes, “Seréis afligidos, y algunos de ustedes incluso serán asesinados. La iniquidad será abundante. Falsos profetas y Mesías (Mesías significa ungido) se levantarán engañando a muchos”. Luego en Mateo, Jesús explica sus razones para prevenir de estos catastróficos eventos.
Él dice que nos dijo estas cosas así podríamos creer en él cuando veamos que ocurran. Jesús no estaba tratando de poner una carga de temor sobre nosotros. Así, él simplemente no quiere que nos sorprendamos cuando seamos golpeados por horribles tormentas. Él no quiere que nuestra fe naufrague cuando repentinamente enfrentemos un sufrimiento increíble.
Pero lo más importante de todo, él quiere que creamos que hay un Señor sobre todas estas terribles cosas, un Padre que es lo suficientemente amoroso para prevenirnos acerca de todo esto y guardarnos a través de todo lo que venga. Isaías predicó esperanza en tiempos peligrosos. Isaías fue mirando más allá de todas las cosas que estaban ocurriendo, hacia una visión más grande que Dios le había dado. En la visión, Isaías vio al Señor viniendo a quitar las lágrimas de sus hijos, remover sus cargas y liberarlos de toda culpa y temor:
“Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación…Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho”. (Isaías 25:9, 8).
Aquí está la segunda razón de por qué Isaías había entrado a un sitio de paz a pesar toda la agitación que había alrededor de él. Él estaba diciéndonos en efecto, a los creyentes de cada generación: “Ustedes los que viven en los mismísimos últimos días pueden también tener esta doble porción de paz. Abandónense a simplemente confiar en el Señor, vuestra Roca.”
“Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos”. (26:4). “He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí”. (12:2).
Dios tiene una palabra de esperanza para esta hora.
(CONTINÚA…)
Por David Wilkerson
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Hola Delcia. ¡¡Bienvenida!! ¡¡Gracias!!!
buenicimo