Mensaje Navideño – El Próximo Año Será Mejor 2

 

Continuemos.

El Señor te dice, el año que viene te voy a dar tanta prosperidad que vas a poder comprarte esa casa que tanto deseaste en tu corazón, y vos le decís: Señor tengo mi boleta de gas y no tengo el dinero para pagar la boleta de gas de la casa que estoy alquilando, ¿qué me estás diciendo? y ya le pusiste con tu boleta de gas el límite a Dios, ya mediste la bendición.

En la antigüedad, los fariseos eran expertos en medir. A ellos les encantaba tomar medida de todo, decían, cuanto das, cuanto no das, cuanto hacés, cuanto no hacés, cuanto pecaste, cuanto no pecaste, cuanto Dios perdona, cuanto Dios no te va a perdonar, a los fariseos legalistas les encantaba la medida, y a veces nosotros nos transformamos en fariseos, medimos todo.

Cada vez que Dios quiere soltar algo grande en nuestra vida, a nuestra mente viene la limitación, cada vez que estamos haciendo algo en nuestra mente viene el: no creo que ocurra, porque le estamos poniendo límites a Dios y Dios quiere que en este nuevo año que comienza, tires tu barra de medir, tires tu cordel de medir, porque Dios te va a dar algo tan grande que tus ojos cuando lo vean se van a sorprender, tu boca se va a llenar de risa.
Todo en lo que Dios intervenga no tiene límites.

La medida que vos le ponés a Dios es cuanto le creés a Dios, porque teóricamente todos podemos decir, yo sé que para el que cree todo es posible, yo sé que me va a ir bien, yo sé que voy a lograr un montón de cosas; y teóricamente está todo muy bien, pero cuando vienen la situaciones que tenemos que enfrentar, cuando caemos en nuestra realidad, no usamos nuestra vida sobrenatural sino nuestra vara de medir: no creo que lo logre.

¿Qué límites le pusiste a Dios en este año? ¿Cuáles fueron los límites que le pusiste a Dios emocionalmente? Mi marido no va a cambiar, mi hijo no se va a sanar, mi cuerpo no va a resistir, el dinero no me va a alcanzar, no voy a poder irme de vacaciones, no voy a poder tener este proyecto en mis manos, nunca voy a lograr aquello que quiero, no voy a poder terminar mi carrera, no voy a poder tener un ministerio grande y poderoso, no voy a poder hacer viajes a los lugares que más me gustan, no voy a poder tener mi casa, no voy a poder construir la habitación que yo quería tener, no voy a poder traer mi familia para que venga a pasar las fiestas conmigo.

¿Cuál es el límite que le pusiste a Dios?

El límite que vos le ponés a Dios, es cuanto le creés a él, cuanto le creés a Dios. Es verdad lo que decís con tu boca, pero cuando viene el tiempo de la realidad le pusiste una vara, le pusiste una medida. Señor: yo sé que mi sueldo lo voy a cobrar, pero no creo que me des tres sueldos juntos este mes, le pusiste límite a Dios con tu boca, con tu mente, lo hiciste.

Dios quiere para el nuevo año que quites todos los límites que pusiste durante este año, porque Dios te dice, el año que viene va a ser mejor, el año que viene voy a hacer ese milagro que tanto estás esperando.

¿Y por qué no lo hizo este año? Porque Dios quiere que aprendas a quitar los límites que hay en tu mente, Dios quiere que aprendas a quitar los límites que hay en tu espíritu, Dios quiere que aprendas a dejar libre tu fe.

Cuando Dios les habló a los hombres y mujeres en su Palabra, fíjense como responden.

Le habló a Gedeón, y él le dice, yo soy el menor de la casa de mi padre. Gedeón se puso una medida, soy el menor, no valgo nada, quien me va a escuchar a mí, que no estudié, que no me capacité, que soy la menor en mi casa, que nunca logré nada, que me porté tan mal en la vida, que me fue tan mal en un montón de decisiones que tomé, ¿quién soy yo Señor? y le puso una medida.

Dios llamó a Moisés, y le dijo: Vas a ir a liberar a mí pueblo. Moisés sacó su medida: soy tartamudo, no sé hablar y le puso su medida.

Dios le prometió a Abram y a Sara un hijo, y ellos sacaron su medida y le dijeron, somos viejos. ¿Será esa la medida que le estás poniendo a Dios? Ya soy vieja, qué puedo hacer ahora en mi vida, nadie me toma en ningún trabajo, qué me está diciendo, que me va a prosperar con la jubilación y con la pensión que cobro de mi marido muerto, con eso Dios, ¿qué voy a hacer?

(CONTINÚA…)

Por Alejandra Stamateas

Lee El Próximo Año Será Mejor 3

Artículo anteriorPredicaciones – EL PRÓXIMO AÑO SERÁ MEJOR 3
Artículo siguientePredicaciones – EL PRÓXIMO AÑO SERÁ MEJOR 1

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre