Familias Cristianas – Dolor por la Pérdida de un Ser Querido 3
Pasaje clave: Lucas 24:13-24.
Continuemos.
Para poder recuperarte de una pérdida tenés que ser honesta con vos misma, no hay nada mejor que ser honesta con uno mismo en todas las relaciones interpersonales.
Hay mujeres que les encanta vivir en medio de la mentira, prefieren la mentira a conocer la verdad, lo único que te puede hacer libre en la vida es conocer la verdad porque dice la Biblia: «conocerás la verdad y la verdad te hará libre».
Saber que la muerte es algo que nos va a pasar a todos. No divinizar ni demonizar a la persona que murió. Saber que tenía cosas buenas y cosas malas: que hubo momentos que te hirió, que hubo momentos que te hizo feliz y la pasaste bien y a la vez, momentos en la que vos le diste mucha felicidad, y momentos que con vos no lo pasó muy bien. Pero eso pasa en todas las relaciones interpersonales.
3º. Me debo preguntar: ¿Qué me hubiese gustado que fuera diferente?
Se murió, no tengo más a esa persona, ¿qué me hubiese gustado que en esa relación fuera diferente? El núcleo del dolor de la pérdida es lo que dejé pendiente con esa persona, ese es el dolor más grande: ¿Qué quedó pendiente? ¿Qué cosas no le dije? ¿Qué cosas no hice? ¿Qué cosas le grité? ¿Qué cosas me dieron bronca y nunca se lo pude decir?
Si nosotros estuviéramos un día todos juntos yo te puedo asegurar que al otro día vamos a decir: sabés las cosas que te hubiera dicho ayer, pero sin embargo hacemos silencio, si en una relación de un día quedan cosas pendientes, cuanto más en una relación afectiva de diez, quince, veinte años…
Por eso el núcleo del dolor es lo que quedó pendiente. Una de las cosas que quedan pendientes es saber a aprender a perdonar, porque se fue, y esa expectativa no se puede cumplir, aprender a perdonar y también aprender a pedir perdón, y hacer ciertas declaraciones, esto se lo recomiendo a las personas que han perdido un ser querido, hacer ciertas declaraciones emocionales importantes.
¿Cuáles son las declaraciones emocionales importantes?
“Te amé siempre”. “Sentí que fuiste egoísta conmigo”. “Te extraño mucho”. “Nunca te voy a olvidar”. “Gracias por el tiempo que estuvimos juntos”. Y poder soltar o decir, «te odiaba», «te odié toda mi vida», «me arruinaste la vida»…, poder decirlo para sacarlo de adentro, porque si queda adentro te termina enfermando.
Por eso hay que soltar esas declaraciones, esas cosas que quedaron pendientes, que no le dijiste, ese gracias que tal vez no le pudiste decir, porque se fue y no tuviste tiempo, porque cuando se lo quisiste decir, tal vez ya no te escuchaba, tal vez no se te dio la oportunidad, o no te atreviste, por temor a lo que respondiera.
¿Y cómo lo hago?
Tenés que buscarte una compañía, alguien, una mujer o un varón que represente a esa persona, que te haga la pata en ese momento. Mirá, te quiero decir algunas cosas que no son para vos, en realidad son para la persona que se fue, pero necesito sacarlas de adentro mío, y necesito contarte esto que me está pasando, ¿me permitís? Y hay siempre gente puesta por Dios en nuestro camino que nos va a ayudar a recuperarnos.
Tal vez a un hijo nunca le dijiste que estabas orgulloso de él y lo podés hacer, tal vez se lo podés decir ahora, porque siempre el dolor más profundo es lo que quedó pendiente, y no puede quedar guardado porque sino te trae culpa, la culpa te enferma, la culpa te ata y no te permite seguir avanzando, hay que soltarlo.
¿Para qué lo vas a soltar? Para estar en paz con tu pasado y poder empezar a mirar otra vez afuera, porque ahora estás encerrado en el dolor, mientras no tengas paz con tu pasado, mientras haya cosas pendientes, vas a estar atado al dolor de tu pasado, y no vas a poder mirar para afuera.
¿Cuánta gente hay que todavía sigue guardando las cosas de la persona que ha muerto?
Está bien, tenélo hasta el tiempo que tengas que tenerlo, pero hay un momento donde tenés que empezar a deshacerte de esas cosas para poder empezar a mirar afuera. Tal vez hoy digas tengo todo esto, y separo algo, esto lo quiero dar, esto lo voy a guardar, porque no lo puedo dar todavía, mis emociones no me ayudan a darlo, tal vez esto lo voy a dar la semana que viene y de a poquito te vas a ir desprendiendo de aquellas cosas que todavía te siguen atando al pasado. Nunca lo hagas rápido, tenés que aprender a darte tu tiempo. Aprendé a respetarte y a darte tus tiempos.
¿Y para qué necesitas tener paz con el pasado?
No sólo para ir al futuro, no sólo para extenderte hacia lo que tenés delante, necesitas estar en paz con el pasado, para saber que la muerte de ese ser querido no es un ataque personal. No es que alguien te castigó con esa muerte, hay muchas frases que salen de adentro nuestro y ustedes las habrán escuchado en los velatorios, cuando la persona que queda viva le dice al muerto: “¿Por qué me hiciste esto?” “¿Por qué te fuiste?” “¿Por qué me abandonaste?” “¿Por qué me dejaste sola?”
La muerte no es un castigo, la muerte nos va a pasar a todos en algún momento.
Recordar a un ser querido tiene que transformarse en un momento, no en un tormento, sino en una caricia, recordar a ese ser querido con las cosas buenas y malas que tuvo, no tiene que ser un tormento de dolor, de angustia, sino que tiene que llegar un momento, cuando yo fui tan consolada porque hice cosas para ser consolada, y me di el tiempo para ser consolada.
(CONTINÚA…)
Por Alejandra Stamateas
Hola maribel. Oramos para que esa persona capaz de escucharte, sin decir nada, llegue a tu vida. Y puedas desahogarte y liberarte definitivament de tu dolor. Te bendecimos.
ES MUY CIERTO QUE UNO QUIESIERA TENER UNA PERSONA QUE ESCUCHE TODO LO QUE UNO SIENTE, PIENSA, QUISIERA-…..PERO A VECES ES DIFICIL, PUES COMIENZA UNO A HABLAR, Y TIENEN RESPUESTA PARA TODO, Y LO PEOR ES QUE UNO TERMINA SINTIENDOSE MÀS MAL. ….COMO QUE… PERDÌ MI TIEMPO.
DIOS PERMITA QUE YO ENCUENTRE ESA PERSONA ENVIADA POR DIOS PARA TENER ESA CHARLA, SE QUE ES MUY IMPORTANTE.
GRACIAS, GRACIAS POR ESTE TEMA TAN HERMOSO Y NECESARIO.
QUE DIOS LOS CONTINUE BENDICIENDO GRANDEMENTE.