Familias Cristianas – Experimentar el Amor y la Aceptación 2
Continuemos.
Pídele a Dios que te muestre qué puedes hacer para comunicar el amor a tu hijo(a), y no escuches al diablo que pretende aplastarte con culpas por los fracasos pasados. Tú conoces sus tácticas:
«Tu hijo no se siente amado porque tú eres un padre o una madre terrible».
«Si tu no fueras tan disfuncional, hubieras podido comunicarle amor a tu hijo(a)».
«Nadie te amó jamás. Entonces, ¿cómo puedes amar a alguien?»
Estas son mentiras del infierno y parte del plan de Satanás para la vida de tu hijo.
Si eres atormentada por la culpa o sentimientos de fracaso en esta área, confiesa tus pensamientos a Dios, ora al respecto, deposita todo en manos de Dios, y luego párate y proclama la verdad. Di: «Dios ama a mi hijo(a). Yo amo a mi hijo(a). Otras personas aman a mi hijo(a). Si mi hijo(a) no se siente amado(a) es porque cree las mentiras del enemigo. Nosotros rehusamos vivir de acuerdo a las mentiras de Satanás».
Aunque tengas que insistir un tiempo en ello, no dejes de resistir a las mentiras del diablo, hablando la verdad de Dios. Entonces ora para que el amor del Señor penetre el corazón de tu hijo(a), y tu amor sea percibido y aceptado.
Además de la oración, los niños necesitan ver el amor manifestado hacia ellos con el contacto visual, el toque físico (una palmadita, un abrazo, un beso), y con acciones de amor, hechos y palabras. He descubierto que cuando hago un esfuerzo deliberado de mirar a mis hijos a los ojos, tocarles suavemente con mis manos y decirles con una sonrisa: «Te quiero y pienso que eres estupendo», siempre puedo ver una cambio notable y de inmediato, en sus rostros y ademanes. Inténtalo y verás a qué me refiero.
Puedes sentirte rara al principio, si es que nunca lo has hecho, o si tu hijo es mayor o incluso un adulto, pero prosigue y realízalo de todas formas. Si te sientes dudosa, ora para que Dios te dé la capacidad para ejecutarlo y que sea bien recibido.
Si sientes que no tienes el amor que necesitas para dárselo a tu hijo(a), pídeselo al Espíritu Santo. La Biblia dice: «El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado» (Romanos 5:5).
Uno de los principales propósitos para tu vida es llenarte con mucho de su amor, para que puedas derramarlo sobre otros. El orar por tu hijo(a) no será tan solo una señal de amor en tu corazón, puede también ser el medio principal que cause que ese amor se multiplique hasta desbordarse.
Oración Por Tu Hijo.
“Señor, oro por (nombre del niño) para que se sienta amado(a) y aceptado(a). Penetra en su corazón con tu amor ahora mismo y ayúdale a comprender totalmente cuánto puede alcanzar este amor y lo completo que es. Tu Palabra dice que tú nos amas tanto, que enviaste a tu Único Hijo a morir por nosotros (Juan 3:16). Líbralo(a) de toda mentira del enemigo que haya podido ser plantada en su mente provocándole dudas. Jesús dijo:» Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor» (Juan 15:9). Señor, ayuda a (nombre del niño) a morar en tu amor. Que él (ella) pueda decir como David:» Hazme oír por la mañana tus misericordias, porque en ti he confiado…» (Salmo 143:8). Manifiesta tu amor a este niño(a) de manera real en el día de hoy y ayúdale a recibirlo.
También clamo para que me ayudes a amar a este(a) hijo(a) de forma incondicional, como tú lo haces, y capacítame para mostrárselo de manera que él (ella) pueda percibirlo. Revélame cómo puedo demostrar y modelar tu amor a él (ella) para que pueda ser comprendido con claridad. Yo oro para que todos los miembros de mi familia le amen y acepten, y que él (ella) pueda hallar favor con otras personas también. Que cada día que pase, él (ella) crezca confiado de ser amado y aceptado, y otórgale así, la capacidad de comunicar con facilidad el amor a los demás.
Capacítalo(a) para que alcance a otros en amor, de forma apropiada. A medida que él (ella ) llegue a comprender por completo la profundidad de tu amor por él (ella) y y lo reciba en su alma, hazle un canal por medio del cual ese amor fluya hacia otros. En el nombre de Jesús”.
Extracto del libro “El Poder de los Padres Que Oran”
Por Stormie Omartian