Familias Cristianas – Nuestros Hijos y el Enojo 1

 

Empezaré afirmando que todos los niños experimentarán enojo, es decir, no tenemos que enseñarles a enojarse. Nuestra tarea consiste en enseñarles a manejar su enojo. Debido a la naturaleza de la relación entre padres e hijos, los padres son las personas más influyentes en el desarrollo del patrón de manejo del enojo en un niño. Esto debe animarnos, porque nos da una oportunidad de transmitirle a nuestros hijos habilidades para el manejo positivo del enojo. Por otra parte, esta puede ser una realidad estremecedora porque, si fallamos en esta área, nuestros hijos tendrán ciertas desventajas al entrar a su vida adulta.

Al hablar con padres, la mayoría de ellos está ansiosa de aprender a ayudar a sus hijos en esta importante área de su desarrollo. A continuación les presentaré los principios que he enseñado también a muchos padres en la oficina de consejería y en talleres de paternidad. Son fáciles de entender pero no necesariamente fáciles de aplicar. Llevar estos principios a la práctica requerirá no solamente su mejor nivel de atención, sino también la ayuda del Espíritu Santo. La buena noticia es que cuando estamos procurando seguir principios bíblicos, la ayuda del Espíritu siempre está a nuestra disposición.

 

1. El Fundamento del Amor.

Permítame empezar con lo que creo que es fundamental: Enfóquese en satisfacer la necesidad que tiene su hijo de recibir amor emotivo. ¿Por qué estoy trayendo a consideración el tema del amor cuando estamos hablando acerca del enojo? Porque el amor es el fundamento para relaciones sanas entre padres e hijos. Si el hijo no se siente amado por sus padres, no solamente experimentará mayor enojo, sino que todos los esfuerzos por parte de sus padres para enseñarle tienen mayor probabilidad de ser rechazados.

En el libro «Los cinco lenguajes del amor en los niños», el cual escribí junto con el psiquiatra Ross Campbell, hacemos énfasis en la importancia de suplir la necesidad de amor que tiene todo niño. Si el «tanque de amor emocional» del niño no se llena con el amor de sus padres, ese mismo tanque vacío se convertirá en una fuente de enojo. En lo profundo de su corazón todo niño se repite constantemente que los padres deben amar a sus hijos. Si el niño no siente ese amor, va a tener la sensación de estar siendo tratado injustamente, y esto dará lugar al enojo.

Los cinco lenguajes del amor: a) palabras de afirmación, b) tiempo de calidad juntos, c) regalos, d) actos de servicio, y e) contacto físico, deben ser usados frecuentemente con los niños. Todo niño tiene un lenguaje de amor primario que le comunica claramente que es amado. Como padres, la manera más efectiva como podemos amar a nuestros hijos es descubrir cuál es su lenguaje primario de amor y usarlo con mayor frecuencia e intensidad que los otros cuatro.

Recalco que tales expresiones de amor deben ser incondicionales. Muchos padres sin darse cuenta de ello, dan amor a sus hijos solamente cuando los niños están de buen ánimo o cuando los padres sienten ganas de hacerlo. Estos padres creen que si se abstienen de expresarles amor, sus hijos acabarán por obedecerles. Esto casi nunca sucede, y cuando es así, el niño casi siempre se está rebelando en su interior.

Los padres no tienen que estar contentos con la conducta del niño para poder darle un abrazo, una palmada suave en la espalda o para colocar un brazo de afirmación alrededor de sus hombros. Los padres pueden comentarle al hijo que jugó muy bien en el partido de la noche anterior, a pesar de que su cuarto sea un área de desastre. Un papá puede llevar a su hijo a comer afuera para pasar juntos un buen tiempo, aun cuando el hijo rompió la regla y el florero al haberse puesto a jugar futbol en la sala. Una madre puede darle a su hija un vestido nuevo como regalo aunque la hija no haya completado su tarea. Muchos padres se preguntarán si acaso esto no hará que sus hijos se vuelvan irresponsables. La respuesta es que esta clase de amor también enseña responsabilidad.

Cuando el hijo percibe que usted lo ama y que ese amor no se basa en su conducta, es mucho más probable que responda positivamente a sus solicitudes o mandatos, y que lo haga sin rebelarse. Cuando usted ama a sus hijos incondicionalmente y mantiene lleno el tanque de amor, ya ha quitado una de las principales y mayores fuentes de enojo en niños y adolescentes.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “La Otra Cara del Amor”

Por Gary Chapman

Lee Nuestros Hijos y el Enojo 2

Lee Nuestros Hijos y el Enojo 3

Lee Nuestros Hijos y el Enojo 4

Lee Nuestros Hijos y el Enojo 5

Artículo anteriorFamilias – Gary Chapman NUESTROS HIJOS Y EL ENOJO 2
Artículo siguienteEstudios Bíblicos – RECONOCIMIENTO DE LA SEMILLA QUE DIOS TE HA DADO 3
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre