Familias Cristianas – Nuestros Hijos y el Enojo 2

 

Continuemos.

El mensaje que nuestros niños necesitan escuchar y sentir es: «Yo te amo sin importar lo que hagas. No siempre me gusta o estoy de acuerdo con lo que haces, pero siempre te amaré». Los niños que sienten la seguridad del amor paterno tienen mucha mayor probabilidad de tomar decisiones correctas y sabias en la vida; y cuando toman malas decisiones, tienen mucha más probabilidad de aprender de sus propios errores y corregir su conducta en el futuro. No hay nada más fundamental cuando se le enseña a un niño a manejar su enojo que darle a ese niño amor incondicional.

Destaco que la necesidad de amor que tiene un niño es continua. El amor es como la comida: no puede guardarse en un depósito sino que debe ser expresado diariamente. El tanque de amor de nuestros hijos no se puede llenar y después nos vamos de vacaciones, porque se vacía rápidamente tal como ocurre con el estómago. El padre sabio descubrirá el lenguaje primario de amor de su hijo y le dará fuertes dosis todos los días, salpicándole también con cierta regularidad los otros cuatro.

Con este fundamento colocado en su lugar, creo que existen tres métodos básicos por medio de los cuales enseñamos a nuestros hijos la manera de manejar positivamente su enojo. Quiero discutirlos según el orden de importancia que creo que tienen, pero también quiero recalcar que todos estos métodos son importantes y ninguno puede ser omitido. Creo que prestando buena atención a estos métodos, cualquier padre puede enseñarle a sus hijos un manejo adecuado y positivo del enojo.

 

2. Cómo Ser un Modelo.

Con frecuencia los adultos no piensan conscientemente en su propio manejo del enojo hasta que observan la respuesta de sus hijos al enojo. Muchas veces los hijos reflejan como en un espejo lo que han aprendido de sus padres. Los hijos responden al enojo de manera muy similar a como lo haría el padre cuya personalidad se parece más a la de ellos. Afortunadamente, los adultos pueden aprender a cambiar patrones destructivos y establecer modelos nuevos y más saludables para procesar su enojo.

La mayoría de los hijos responderán positivamente cuando son conscientes de que sus padres han reconocido que su método de manejar el enojo debe ser mejorado. Cuando ven que están ocurriendo cambios reales en sus padres, su sentido de seguridad aumenta y estos cambios empezarán a tener un efecto positivo sobre su propia manera de manejar el enojo.

 

3. Cómo Proveer Orientación.

Los padres que toman seriamente la responsabilidad de enseñarles a sus hijos a procesar positivamente el enojo pueden ayudar de una segunda manera: tomando la decisión de ejercer un papel activo en la orientación de los hijos cuando pasan por sus propios episodios de enojo. El padre reconoce que no se puede esperar que un hijo suyo maneje el enojo de una forma madura hasta que se le haya enseñado a hacerlo. Así como se le debe enseñar a un niño a lavar platos, tender una cama y montar en bicicleta, también hay que enseñarle a manejar el enojo. Esto implica aceptar el nivel actual de desarrollo en que se encuentra el niño, y ayudarle a dar pasos de crecimiento.

Un niño tiene únicamente dos formas básicas para expresar el enojo: verbalmente y por medio de su conducta. Cada una de estas formas puede ser positiva o negativa. En el área de la conducta, un niño puede expresar su enojo empujando, atropellando, golpeando, arrojando objetos, halando el cabello o chocando su propia cabeza contra la pared. Obviamente, estas son respuestas negativas al enojo en el área de la conducta. Por otra parte, salirse de la habitación, contar hasta cien en voz alta, o dar una caminata fuera de la casa, constituyen respuestas maduras al enojo a nivel del comportamiento, y le permiten al niño tranquilizarse y procesar el enojo de una manera constructiva.

Por el lado de las respuestas verbales, el niño puede gritar y vociferar con frases condenatorias, puede insultar o decir malas palabras, todas las cuales son maneras muy destructivas de expresar verbalmente el enojo. Por otra parte, el niño extremadamente maduro puede reconocer ante el padre que está enojado y solicitar una oportunidad para discutir todas las cosas que le molestan. Esta es una manera muy positiva de expresar verbalmente el enojo. La tarea del padre consiste en acoger al niño en cualquier nivel en que se encuentre y ayudarle a progresar hacia maneras más constructivas de procesar su enojo.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “La Otra Cara del Amor”

Por Gary Chapman

Lee Nuestros Hijos y el Enojo 3

Lee Nuestros Hijos y el Enojo 4

Lee Nuestros Hijos y el Enojo 5

Artículo anteriorFamilias – Gary Chapman NUESTROS HIJOS Y EL ENOJO 3
Artículo siguienteFamilias – Gary Chapman NUESTROS HIJOS Y EL ENOJO 1
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre