mis-hijos-quieren-ponerse-de-novioNoviazgo Cristiano – Mis Hijos Quieren Ponerse de Novio 5

 

Pasaje clave: Génesis 24:3-4, 40 y 4840 y 48.

 

Continuemos.

6. LAS SEÑALES DE UN NOVIAZGO MADURO

Veamos 12 se12 señales que caracterizan a los noviazgos que avanzan en madurez.

1. Están aprendiendo a comunicarse y a expresar sus sentimientos.

Pueden hablar sin terminar discutiendo o peleando de lo que les gusta y disgusta. Pueden estar en desacuerdo sobre algún tema en particular sin que la relación sea afectada. Hablan de lo que les pasa a nivel sexual y de lo que los excita mutuamente, y deciden respetarse y cuidarse. Pueden compartir risas y lágrimas sin avergonzarse. Pueden expresar el enojo de manera correcta (sin violencia, ni humillaciones).

2. Están aprendiendo a resolver sus conflictos.

Los hablan y logran llegar a acuerdos. No usan el recurso de la violencia, de la descalificación, ni del silencio indiferente. Pueden dejar pasar por alto las cosas irrelevantes o superficiales.

3. Están aprendiendo a buscar consejo.

No de cualquiera, sino de gente madura. Cuando los conflictos no pueden resolverse, una pareja en crecimiento busca ayuda.

4. Están aprendiendo a planificar su futuro.

Tienen metas, tienen sueños en común, y están, poco a poco, trabajando para conseguirlos. Crecen juntos en un proyecto de vida.

5. Están aprendiendo a desarrollar la vida espiritual.

Toman tiempo para orar juntos, para orar por lo que sienten sexualmente, por lo que les pasa emocionalmente, por lo que desean. Buscan a Dios y crecen. No tienen vergüenza de orar juntos ni de compartir la Palabra.

6. Están involucrados en el servicio.

Buscan hacerse tiempo para servir. Buscan estar metidos en la visión de la iglesia y en ser protagonistas de ella. Viven el compromiso como parte de su desarrollo.

7. Se respetan mutuamente.

Si no hay respeto la relación no puede continuar.

8. Tienen una actitud positiva.

Valoran sus sueños y se alientan a alcanzarlos. No se envidian, se admiran.

9. Se miran hacia adentro para crecer.

En lugar de culpar, acusar, condenar o señalar al otro, dicen: ¿qué tengo que cambiar en mi forma de ser?, ¿en qué necesito mejorar?, ¿qué tengo que corregir que te molesta o lastima?

10. Avanzan del enamoramiento al amor real.

En el enamoramiento todo es romanticismo y flores, pero en el amor real aprendemos a ver al otro tal como es con sus virtudes y defectos, con sus errores y aciertos.

11. No permiten que el otro decida por ellos.

Cada uno es dueño y responsable por sus decisiones. En lugar de esperar que el otro decida por mi o haga por mí lo que me corresponde hacer a mi, asumo mi responsabilidad.

12. Aprenden a perdonarse mutuamente.

Saben que el perdón los sana y los libera para seguir creciendo.

Por Edgardo Tosoni

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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