Familias Cristianas – Padres Que Oran 1

 

¿Qué es la Oración y Cómo Funciona?

La oración es mucho más que solo entregar una lista de deseos a Dios, como si Él fuera el gran Papá Damelotodo/Papá Noel en el cielo. Orar es reconocer y experimentar la presencia de Dios e involucrarle en nuestras vidas y circunstancias. Es buscar esa presencia y liberar su poder, lo que nos brinda los medios para vencer cualquier problema.

La Biblia dice,»… todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo» (Mateo 18:18). Dios nos da autoridad en la tierra. Cuando tomamos esa autoridad, Él desata su poder hacia nosotros desde el cielo. Es el poder de Dios y no el nuestro, nosotros sólo somos el vaso por medio del cual éste fluye.

Cuando oramos, atraemos esa potestad sobre todo aquello por lo que estamos intercediendo, y dejamos que obre a través de nuestra impotencia. Cuando oramos, nos humillamos a noso­tros mismos delante de Dios y decimos: «Necesito tu presen­cia y tu poder, Señor. No puedo hacer esto sin ti». Si no oramos, es como decir que somos más que suficientes para enfrentar situaciones y que no necesitamos a Dios.

Orar en el nombre de Jesús es una clave importante del poder de Dios (Juan 16:23). Esto nos da autoridad sobre el enemigo y prueba que tenemos fe en Dios para hacer lo que su Palabra promete. El Señor conoce nuestros pensamientos y necesidades, pero El responde a nuestras oraciones. Es por eso que siempre nos da a escoger en todo, incluso si vamos a confiar en Él y obede­cerle, orando en el nombre de Jesús.

La oración no sólo nos afecta, también alcanza e influye en aquellos por los que oramos. Cuando nosotros intercede­mos por nuestros hijos, le estamos pidiendo a Dios que haga de su presencia parte de sus vidas y que obre con poder a su favor. Eso no significa que siempre habrá una respuesta inmediata. En ocasiones puede tomar días, semanas, meses o incluso años. Pero nuestras oraciones nunca se pierden o carecen de significado. Si estamos orando, algo está suce­diendo, podamos verlo o no.

Santiago 5:16. Todo lo que necesita suceder en nuestras vidas y en la de nuestros hijos, no sería posible sin la presencia y el poder de Dios. La oración invita y enciende ambas.

 

Comienza Con Una Lista Individual.

En realidad, comencé a orar por cada uno de mis hijos desde el momento en que fueron concebidos  (Salmo 147:13). Creo en el poder de la oración. No es suficiente orar tan sólo por las preocupaciones del momento; necesitamos hacerlo por el futuro, y para contrarrestar los efectos de eventos del pasado.

Cuando el Rey David estuvo deprimido por lo que había sucedido en su vida y temía sobre las consecuencias futuras (Salmo 143), él no dijo simplemente: «Oh, bueno, que sea lo que sea». Él clamó a Dios sobre el pasado, presente y futuro de su vida. Oró en relación a todo. Y eso es exactamente lo que nosotros tenemos que hacer también.

Para hacerlo con efectividad, es conveniente hacer una lista extensa e individual para cada niño. Esto no es alguna obsesión legalista que dice: » Si yo no oro por cada detalle en específico, Dios no lo cubrirá». Simplemente experimentaba más tranquilidad al saber que Dios había escuchado cada una de mis muchas preocupaciones.

Así que una vez al año, cuando íbamos a la playa para nuestra vacación familiar, dedicaba esas atesoradas primeras horas de la mañana, antes de que todos se levantaran, para pasar tiempo con Dios haciendo una lista maestra de oración. Me sentaba y miraba hacia el océano, con lápiz y papel en mano, y le pedía a Dios que me mostrara cómo orar por cada niño durante los próxi­mos 12 meses.

Lee Salmo 25:14. Él nos hace revelaciones cuando se lo pedimos. Dios siempre me recibía con buenas instrucciones y yo regresaba a casa con una lista de oración para cada uno de mis hijos. Luego, en el transcurso del año, yo le añadía algo siempre que fuera necesario.

Mantuve muchas de esas listas, y a medida que las reviso y veo todas las respuestas a mis oraciones, me reverencio ante la fidelidad de Dios para obrar en las vidas de nuestros hijos cuando oramos.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “El Poder de los Padres Que Oran”

Por Stormie Omartian

Lee Padres Que Oran 2

Lee Padres Que Oran 3

Lee Padres Que Oran 4

Artículo anteriorFamilias – PADRES QUE ORAN 2
Artículo siguienteArtículos – John Maxwell EL FRACASO NO ES EL FINAL
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre