Continuemos.

Considero que se puede hacer conciencia en contra del horrible crimen del aborto de muchas maneras. Y por cierto, hay muchos grupos religiosos y seculares que hacen un gran trabajo en ese sentido. Sin embargo, observando que casi todos los trabajos se hacen para evitar que las mujeres aborten, me pregunto: ¿Hay alguien trabajando para prevenir esos llamados «embarazos no deseados»? Sin duda, el mundo secular me dirá: «Sí, nosotros lo estamos haciendo. Damos clases acerca de cómo tener relaciones sexuales seguras, cómo evitar los embara­zos, les enseñamos acerca de la píldora y de otros métodos anticonceptivos».

Pero entonces quedamos en lo mismo porque permitir el uso indiscriminado de la relación sexual extramatrimonial y, sobre todo, entre adolescentes solteros, no resuelve nada. La verdadera prevención contra el embarazo, que luego busca solución en un aborto, es la abstención total de las relaciones. ¡Para eso, entre otras cosas, Dios creó la institución del matrimonio! No cabe duda de que mis amigos del mundo secular dirían: «Usted es muy optimista, señor Mottesi. Esos conceptos son anticuados y ya no se usan…».

A lo que les contestaría: «Sí, soy muy optimista. Creo que al final Dios ganará todas las batallas de esta guerra cruenta en contra de la juventud y de los niños sin nacer». ¿Y sabe cómo la ganará? El día que la Iglesia decida abandonar su timidez, su miedo de llamar al pecado por su nombre real, su confusión al no ver que los principios de Dios son eternos y no se negocian, su coqueteo con las nuevas y aparentes verdades del mundo moderno. Y se decida de una vez por todas a evangelizar a los niños, a los adolescentes, a los jóvenes mayores y a las familias.

Sé que en el corazón invencible de Dios se está gestando ese día, la hora del avivamiento ya está muy cerca. Y el remanente fiel de la Iglesia será lo bastante obediente, pode­roso y santo como para ser el instrumento de Dios en la prevención de la muerte de millones de niños no nacidos y en la salvación de esas mujeres que los llevan en sus vientres. Ese día, soy muy optimista, se unirán los nuevos conceptos de la Biblia de ayer y los viejos conceptos de la Biblia de hoy. Ambos son los mismos, ambos producen vida y comenzarán a cambiar individuos, familias, barrios, ciudades, provincias, estados y finalmente naciones. ¡Cuando eso pase estaremos en pleno avivamiento!

En nuestras cruzadas y mediante el ministerio «Salvemos la Familia» queremos evangelizar a esas madres. Egoístas unas, irresponsables otras, ignorantes muchas, manipuladas bastantes. A pesar de que llevan vida en sus vientres piensan que la solución a su embarazo es impedir que el hijo de sus entrañas nazca.

En nuestro ministerio queremos recordarle a las madres que ya tuvieron un aborto y que andan por allí escondiendo entre falsas risas el dolor y la culpa de su pecado, que a través de la sangre de Cristo hay perdón para ellas. «Que la mano de Dios no se ha acortado para salvar». Y que si van arrepentidas a Cristo Jesús, Él las va a recibir. Jesús dijo: «Los que mi Padre me da, yo no los echaré fuera» porque «la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado».

Y no dudo, como ya ha pasado, que Dios nos usará como uno de sus muchos instrumentos de justicia, para predicar, llamar y ver a muchas mujeres manchadas por el pecado del aborto, venir a los pies de Jesús a dejar sus culpas y a buscar una nueva oportunidad de vivir en paz con ellas mismas, con la sociedad y, lo que es más, con Dios.

Los Fallidos Intentos del Diablo.

Al mundo de hoy lo domina una terrible masacre diabólica. En el vientre de muchas mujeres se gesta nueva vida y, no satisfecho con saciarse con la sangre de los que caminan y pululan por las calles, ahora el enemigo de Dios y de su Cristo se ensaña con los no nacidos. Su nueva y más eficaz arma es evitar que nazcan por medio del aborto. ¿Sabe por qué? Se lo voy a explicar.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “El Poder de su Presencia”

Por Alberto Mottesi

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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