Guerra Espiritual – Autoridad en la Palabra Hablada 2
Continuemos.
Los espíritus malos parecen tener algún tipo de acceso al proceso del pensamiento. Por lo menos, a fuerza de ver durante años nuestra reacción, observar nuestras respuestas y notar lo que decimos, sin lugar a dudas que el diablo tiene una idea bastante precisa de lo que una persona está pensando en un momento dado, y sabe cómo «colarse» en nuestro pensamiento aprovechándose de las circunstancias; influenciando nuestros pensamientos e insinuando su propia interpretación de las situaciones.
No creo que podamos hablarle a Satanás directamente a través de nuestro pensamiento. La única manera en que podemos estar seguros de que sabe que le estamos resistiendo es hablándole en voz alta, para confrontarle directa y audiblemente con la verdad.
Permítame recordarle de nuevo que no es nuestra resistencia en sí lo que hace que Satanás huya; él huye por el poder de Jesús que es nuestro mediante la oración.
«Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, refutando argumentos, y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo» (2º Corintios 10:4-5).
Un Diablo, Muchos Demonios.
El miedo es una de las armas más poderosas de Satanás. Durante mis años de ministerio, he conocido a muchos que han sido atados por temores impíos: Miedo al fracaso, miedo al rechazo, miedo a la soledad, miedo al dolor y, desde luego, miedo al diablo. La Biblia nos advierte claramente acerca de Satanás, no para que le temamos, sino para que sepamos cómo vencerle.
Le animo a usted a que hable a sus miedos, diciéndoles: «A ti te digo, demonio del miedo, en el nombre de Jesús te ato y te ordeno que te apartes y te vayas al abismo». Puede que se encuentre con que el hablar a sus temores es más efectivo que mucho consejo de otros.
Hemos de recordar que Satanás gobierna sobre un reino inmenso; una extensa jerarquía de espíritus malvados a través de los cuales lleva a cabo su obra. Ese es el significado de Efesios 6:12: «Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes».
Referente a esto, el doctor Bob Jones dice: «El diablo tiene un ejército tremendo. Probablemente, él mismo no les conoce a algunos de ustedes, pero tiene algunos representantes que sí. Él no es omnipresente, es decir, no está en todas partes al mismo tiempo, pero tiene una gran hueste de demonios, un poderoso ejército».
Tampoco es Satanás omnipotente u omnisciente; tiene que llevar adelante su trabajo por medio de demonios. Al igual que Dios tiene ángeles que son «espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación» (Hebreos 1:14), Satanás tiene a sus espíritus malvados, a los cuales, envía para molestar, oprimir y afligir a toda la humanidad, especialmente a aquellos que tratan de escapar de sus redes.
La Personalidad de los Espíritus Malos.
Estos espíritus malos son personalidades con conciencia propia, que pueden oír y ver, pensar y sentir. ¿Recuerda la historia de cómo Jesús echó a los demonios fuera de aquel hombre en la tierra de los gadarenos? Aquellos espíritus rogaron a Jesús que no los atormentara, mostrando emociones de miedo y llamándose a sí mismos un nombre específico: Legión. Los demonios tienen todos los atributos de la personalidad, menos cuerpo.
De alguna manera que puede que no comprendamos del todo, ellos tienen poder para obstaculizar las funciones del cuerpo: «Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado… ¿no se le debía desatar…?» (Lucas 13:16), para oprimir la mente y el espíritu, y para distorsionar la personalidad humana en general. Guando nuestra aflicción, ya sea mental, física o espiritual, es causada por la actividad demoníaca, la técnica para vencer expuesta en Apocalipsis 12:11, indudablemente producirá alivio.
Extracto del libro “Destinados a Vencer”
Por Paul E. Billheimer
es una bendicion poder leer este devocional. gracias,muchas gracias por tomarse el tiempo de escrivir esta gran verdad Dios lo bendiga pastor paul!!
Hola Zulmy. ¡¡Bienvenida!! Gracias.