Hombres Cristianos – El Hombre Como Cultivador 4

 

Continuemos.

O si él dice: «Me gustaría poder hablarte acerca de mi trabajo, pero parece que tú no puedes discutir acerca de eso», ella puede decir: «Bueno, cariño, siéntate, y cuéntame acerca de eso. Yo quiero saber acerca de tu trabajo. Enséñame».

¿Cómo es que ella va a platicar contigo acerca de tu trabajo si tú nunca le platicas a ella acerca de eso, y si tú no vienes a casa y le dices lo que estás haciendo, lo que estás planeando y la forma como funciona tu trabajo? Tú hablas con la señorita joven en la oficina. Ella sabe acerca de tu trabajo, y por lo tanto, tú piensas que ella es mejor que tu esposa. Ella no es mejor que tu esposa. Tu esposa es mejor que tú. Tú eres el que no tienes entendimiento porque no te has tomado el tiempo para enseñarla.

 

Lavamiento con la Palabra.

Efesios 5:25-28. En este pasaje, Pablo estaba diciendo: «Jesús es un buen esposo». El hombre debe amar a su esposa de la misma manera como Jesús amó a la iglesia. Él se dio a sí mismo por ella y la limpió por medio del lavamiento de agua que es la Palabra de Dios. ¿Por qué? Para poder «presentársela a Sí Mismo» (vs.27).

Si un hombre va a hacer esto por su esposa, él necesita estar lleno de la Palabra de Dios, de la misma manera como Cristo Jesús esta palabra de Dios. El necesita lavar a su esposa con la Palabra de Dios de la misma manera como Cristo Jesús lava a Su novia con la Palabra de Dios.

Ahora bien, tú no puedes lavar algo si no tienes agua. Jesús enfatizó la importancia de la Palabra de Dios en nuestra vida. Él les dijo a Sus discípulos en Juan 15:3: «Ustedes ya están limpios por la Palabra que Yo os he hablado». Él le dijo a la mujer en el pozo, «Si tú conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: ‘Dame de beber’, tú le habrías pedido a Él, y Él te hubiera dado agua viva» (Juan 4:10).

Un varón que quiere ser un verdadero hombre, el tipo de hombre tal y como Dios lo creó, tiene que estar lleno de la Palabra de Dios. Sólo hay una manera de obtener agua limpia: tienes que ir al Pozo. Tú no puedes lavar nada con el agua lodosa del mundo. Cuando tú llenas tu mente y tu corazón sólo con cosas como la televisión y los eventos deportivos, eso sólo es lodo. Si tú quieres el agua que el Fabricante creó para ti, tú necesitas estar conectado al pozo de Dios, el cual está lleno con la Palabra de Dios. Jesús es la Palabra de Dios.

Algunos hombres están lavando a sus esposas en el lodo. ¿Qué es lo que significa lavar a alguien con la Palabra de Dios? Jesús es nuestro ejemplo: cada vez que tú tienes una experiencia negativa, El viene a ti de inmediato con algo positivo y te lava todo lo negativo. Cada vez que los discípulos tenían miedo, Él dijo: «No temáis» (Mateo 14:27).

Cada vez que ellos se ponían nerviosos, Él les decía que se mantuvieran calmados. Cada vez que ellos tenían miedo de alguna tormenta, Él les decía que se calmaran y se relajaran. Él siempre estaba ahí para lavar cualquier temor, para lavar cualquier duda. Cuando ellos estaban preguntándose cómo iban a darles de comer a los cinco mil, Él les dijo que tuvieran fe. Cuando ellos le dijeron que Lázaro había muerto, Él les dijo: «No se preocupen; él está durmiendo». Él siempre estaba lavando Su iglesia.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Entendiendo el Propósito y el Poder del Hombre”

Por Myles Munroe

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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