Hombres Cristianos – El Hombre Como Maestro 3

 

Continuemos.

Continuemos.

Algunos hombres piensan que les están enseñando a sus hijos cómo ser hombres por medio de llevarlos a ver juegos de pelota, donde ven a muchos hombres que luchan por un pedazo de pelota. Ellos dicen: «Eso es ser un hombre. Un hombre tira a otras personas al suelo, y los golpea hasta dejarlos medio muertos en un campo de pelota».

Tú no instruyas a tu hijo lo que significa ser un verdadero hombre por medio de enseñarle a beber licor o a jugar pelota. Se necesita ser un verdadero hombre para enseñarle a un muchacho la Palabra de Dios, para instruirlo en los valores y en los principios de la vida, los cuales van a seguir siendo válidos aun después de que se acabó el juego de pelota.

Abraham fue un hombre que tomó en serio su responsabilidad como la cabeza de su hogar. Y el Señor dijo, «Yo conozco a Abraham». Me pregunto: ¿Acaso Dios te conoce a ti? ¿Acaso Él puede decir de ti, «Yo sé que tú vas a enseñarle a tu familia la Palabra de Dios?»

Si tú quieres que Dios te considere como Su amigo, entonces tienes que convertirte en un maestro en tu propio hogar. Tú tienes que estar lleno de la Palabra de Dios para poder compartirla con tu familia. Hay muchos, muchos hombres que aún no entienden y no aprecian el valor que tiene la Palabra de Dios para ayudarlos a cumplir sus propósitos.

Muchos hombres sólo llevan a su esposa a al iglesia y sólo mandan a sus hijos a la Escuela Dominical, porque ellos no quieren ser responsables del entrenamiento espiritual de ellos. Abraham sabía la Palabra de Dios, y la enseñaba. Y Dios dijo: «Yo no voy a esconder nada de Abraham». ¿No te gustaría ser el tipo de hombre a quien Dios le dice, «Te voy a decir todos Mis secretos?»

Un hombre que instruye su casa en las Escrituras siempre atrae a Dios. No importa qué tanto tú ores o vayas a la iglesia y cantes himnos, si tú no enseñas a tu casa los caminos de Dios, si tú no le das la importancia que merece a la Palabra de Dios en tu hogar por medio de convertirla en tu guía para vivir, entonces, Dios te ve como un hombre muy débil.

¿Acaso no sabías tú que hay predicadores que pueden predicarte tremendamente, pero que ni siquiera pueden sentarse civilizadamente  a comer con su esposa? A Dios no le  interesa tanto su predicación como la conducta que llevan en sus hogares. Hay personas que pueden predicar grandes discursos teológicos y que te pueden impresionar con todo el conocimiento de su cabeza. Pero Dios dice en 1º Timoteo 3:12, «Miren, si un hombre quiere ser líder en la iglesia, primero él tiene que tener su casa en orden».

Dios no mide tu habilidad de ser líder por medio de tus aptitudes académicas o religiosas. Él te mide por medio de tus calificaciones domésticas. Si tú cuidas de tus hijos, entonces, Dios dice, «Muy bien, ahora tú puedes ser líder de mi iglesia». Si tú puedes administrar tu hogar, entonces tú puedes administrar la casa de Dios.

 

Cómo Enseñar la Palabra de Dios a Tu Familia

En Deuteronomio 4, Moisés les da las instrucciones de Dios a los líderes de los hogares, concerniente a la manera como ellos debían enseñar a sus familias la Palabra de Dios. Primero, él dijo: Por tanto, cuídate y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; sino que las hagas saber a tus hijos y a tus nietos (vs.9).

Dios les está diciendo a los hombres: «No apartes tus ojos de Mis caminos. Asegúrense de entenderlos y de obedecerlos primero. Entonces, «que las hagas saber a tus hijos y a tus nietos». ¿Por qué? Porque ustedes están supuestos a ser los maestros. No sólo le digas a tus hijos, «Hagan esto», o «No hagan aquello». Muéstrales cómo hacerlo. Observa tu vida y asegúrate de guardar la Palabra de Dios en tu vida.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Entendiendo el Propósito y el Poder del Hombre”

Por Myles Munroe

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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