Hombres Cristianos – Domino Versus Tiranía 1
Dios creó a los hombres y a las mujeres para que dominaran la Tierra, y no para que se dominaran unos a los otros.
Tanto los hombres como las mujeres fueron creados a la imagen de Dios. La base de su igualdad delante de Dios estriba en que el hombre, que es el espíritu, reside en ambos, tanto en el varón como en la mujer. Como seres físicos, ellos fueron creados de la misma esencia, pero en forma diferente, porque cada uno de ellos ha sido diseñado con propósitos específicos que tienen que cumplir. Las diferentes maneras en que sus tareas de dominio son llevadas a cabo no afecta su igualdad; esto sólo refleja sus distintos propósitos, diseños y necesidades.
El hombre fue creado para ejercitar dominio sobre la tierra por medio de la prioridad de su posición y de sus funciones. La mujer fue creada para ayudar a que el varón pudiera cumplir los propósitos de dominio que Dios tenía para la raza humana a través de ambos, tanto en la esfera terrenal como en la esfera espiritual. La intención de Dios es que juntos, su fuerza individual pudiera ser combinada para producir resultados exponenciales, resultados mucho más grandes de lo que cualquiera pudiera llevar a cabo solo.
Si los hombres y las mujeres fueron creados con diseños perfectamente complementarios, ¿por qué es que los hombres y las mujeres experimenten competencia y conflicto, en lugar de experimentar cooperación? ¿Por qué es que el propósito de dominio sobre la tierra se parece más a una búsqueda de dominación de un sexo por encima del otro?
1. El Plan de Dominio Fue Atacado.
Génesis 3 explica la fuente y el origen del conflicto. Algún tiempo después de que Dios le había dado instrucciones a Adán acerca de que sí podía comer de cualquier árbol del Jardín del Edén excepto del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, y que Adán había pasado esta información a Eva, el diablo, en la forma de una serpiente, tentó a Eva para que ésta comiera del árbol.
2. La Palabra de Dios Fue Cuestionada.
Yo no creo que esta fue la primera vez que este animal se acercó a Eva. Primeramente ella no parecía estar sorprendida de verlo o de escucharlo hablar. Yo me imagino que ella le había dicho a la serpiente, «Oh, aquí estás tú otra vez. ¿Qué es lo que quieres ahora?»
En segundo lugar, yo creo que ellos ya habían hablado anteriormente acerca de las instrucciones de Dios, debido a la forma en que el diablo parafraseó su engañosa pregunta: «¿Conque Dios os ha dicho: ‘No comeréis de ningún árbol del huerto’?» (Génesis 3:1). Su primera táctica fue tratar de poner duda en la memoria y en el entendimiento de Eva con relación a lo que Dios había dicho.
3. La Integridad de Dios Fue Atacada.
Eva tenía la mayor parte de su información correcta, así que el siguiente plan del diablo fue tratar de despreciar la integridad de Dios ante los ojos de ella (vs.4-5). Eva sucumbió ante la tentación, y Adán se unió a ella a través de su propia voluntad, y ambos comieron el fruto del árbol (vs.6).
4. El Hombre-Espíritu Rechazó los Propósitos de Dios.
Esta decisión dio como resultado la muerte espiritual del hombre y de la mujer y su expulsión del Jardín del Edén por manos de Dios (vs.7-24). Debes darte cuenta que era el hombre-espíritu, quien era el ser espiritual responsable, y que estaba dentro tanto del hombre como de la mujer, quien hizo esta elección fatal de comer el fruto, desobedeciendo el mandamiento de Dios. Esta es la razón por la cual el dilema de la raza humana es un dilema espiritual.
Cuando Adán y Eva se rebelaron, ellos de inmediato sufrieron una muerte espiritual, tal y como Dios les había advertido, y eventualmente las casas físicas que Dios les había dado a ellos para que vivieran sobre la tierra, también murieron. Sin embargo, la muerte espiritual fue el peor de los dos, debido a que los separó de su comunión anteriormente perfecta con Dios. Dios todavía los amaba, pero ellos ya no tenían el mismo canal abierto hacia Él con el cual pudieran recibir Su amor.
(CONTINÚA…)
Extracto del libro “Entendiendo el Propósito y el Poder de los Hombres”
Por Myles Munroe
