Hombres Cristianos – La Tarea del Hombre 2

 

Continuemos.

2. Maestro.

 Dios le dijo a Adán: «Este es Mi mandamiento: No comas del árbol que está en medio del Jardín, el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal». Dios no le dijo nada de esto a Eva. Él se lo dijo solamente a Adán, lo cual significa que era la responsabilidad del hombre enseñar y guiar a su mujer en la Palabra de Dios.

Si yo fuera el primero en descubrir algo, y entonces, alguien más entra en el escenario, teniendo la necesidad de conocer esta información, ¿qué es lo que eso haría de mí? Haría de mí un maestro. El hecho de que yo estaba ahí primero y que tenía toda la información me pone en esta posición de maestro.

De la misma manera, al hombre le fue dado el propósito de ser el maestro, no debido a que él sea más listo, sino debido a que él estaba primero. Este es el modelo que Dios estableció. Otra vez, esto no quiere decir que las mujeres no tienen la capacidad para enseñar, sino que Dios quiso que los hombres fueran los primeros responsables de enseñar Sus caminos.

En Génesis 3:1, Satanás vino a tentar a Eva y él le preguntó, «¿Acaso Dios no te dijo que no debes comer de ninguno de estos árboles?». La respuesta de Eva estaba basada en lo que ella había escuchado de Adán, y no de Dios, debido a que Adán fue a quien Dios le dio las instrucciones. Podemos de todos los árboles excepto del árbol llamado del Conocimiento del Bien y del Mal. No podemos ni siquiera acercarnos a tocar este árbol» (vs.2-3). Eva aprendió esto de su maestro. Tal vez ella le añadió el estilo, o tal vez fue Adán quien lo hizo; esto no está muy claro. Pero el punto es que fue la tarea de Adán el enseñar a la mujer las instrucciones de Dios.

Efesios 5 nos dice que Jesús mismo le enseña a Su novia, que es la iglesia, «por el lavamiento del agua que es la Palabra» (vs.26). Cristo Jesús es un Maestro, y «los maridos deben amar a sus esposas…de la misma manera que Cristo amó a la iglesia» (vs.28, 25). Hasta este día de hoy, Dios no ha cambiado Su propósito. El varón debe de tener la responsabilidad de la instrucción divina. Yo no estoy hablando de cómo están las cosas hoy en día. Estoy hablando de cómo están destinadas a ser.

Dios espera que los hombres revelen Su voluntad y Su Palabra a las mujeres. Sin embargo, en nuestros días los hombres han perdido la voluntad de Dios de una manera tal, que Dios tiene que hablarles a las mujeres directamente. Dios puede hacer esto debido a que la mujer tiene a un hombre-espíritu dentro de ella, y ella tiene su propia relación con Dios. Pero Dios desea que los hombres sean los líderes espirituales.

 

3. Cultivador.

¿Cuáles fueron las tareas que Dios le dio al hombre con relación al Jardín del Edén? La Biblia dice, «Entonces el Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén, para que lo cultivara y lo cuidara» (Génesis 2:15). Por lo tanto, una de las responsabilidades del varón es trabajar o cultivar. Vamos a ver primero la idea del hombre cultivando el Jardín del Edén.

La naturaleza del trabajo que le fue dado al hombre para hacer no era algo sin importancia, era cultivar. Yo deseo que todo hombre pudiera apropiarse de esta verdad. La palabra cultivar significa hacer que algo crezca y que produzca en una mayor cantidad. Esto significa que, si tú eres un hombre, tú propósito es cultivar todo lo que te rodea. La palabra cultivar también significa hacer que algo dé fruto, desarrollar algo hasta su estado perfecto.

El hombre tiene que ser alguien que desarrolla y produce fruto. Él tiene que ser una fuente de fruto y de productividad. Dios le dio esta tarea al varón antes de que la mujer fuera creada y antes de que naciera el primer hijo. Por lo tanto, el propósito del hombre-varón es desarrollar y cultivar gentes y cosas para la gloria de Dios.

 

4. Proveedor.

Ahora vamos a ver la idea del hombre trabajando en el Jardín del Edén. El hecho de cultivar involucra creatividad y esfuerzo. Estas dos cosas son la naturaleza misma del verdadero trabajo.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Entendiendo el Propósito y el Poder del Hombre”

Por Myles Munroe

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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