nuevo-10Devocional – Está Bien, Está Mal

 

Pasaje clave: Levítico 18 al 20.

 

Seguramente te preguntaste muchas veces qué cosas están bien y qué cosas están mal especialmente cuando ves o escuchas que cada uno hace lo que se le da la gana. Si muchas personas (ricos, famosos o las minorías que reclaman y exigen sus derechos) hacen determinada cosa, ¿estará bien y será bueno? Y si muchos otros no lo hacen, ¿será malo y no habrá que hacerlo?

Si muchos creen en “algo” y lo practican, ¿será correcto creerlo y practicarlo?

Si una ley afirma que se puede practicar la prostitución callejera, el matrimonio gay y la homosexualidad, y que se puede fumar droga, ¿será correcto?

¿Todo lo legal es bueno? ¿Lo legal es siempre justo? ¿Las leyes expresan el bien para la mayoría?

¿Qué cosas están bien y cuáles están mal? ¿Qué cosas puedo hacer sin pecar y de cuáles me conviene cuidarme para no “caer” como un tonto?

Si estas son algunas de tus dudas préstale muchísima atención a estos capítulos. Vas a encontrar de todo.

¿Cómo quiénes no te conviene ser y qué es lo que si te conviene seguir? ¿Por qué? (18:1 al 5).

¿De qué tienes que cuidarte sexualmente hablando? (18:6 al 19).

¿Cuántos desnudos ves por T.V, en videos, en revistas, por Internet, calentándote la cabeza, sintiendo ganas de masturbarte y pecando contra Dios? ¿O pecando en tu mente contra tu novia/o, o esposa/o?

¡Pero todos lo hacen! ¿Y? Que lo hagan. ¡Pero tú no te contamines! No eres como ellos. Tú eres santo y no eres menos hombre o menos mujer por no hacerlo, por abstenerte sexualmente o por cuidar tu virginidad.

¿Qué otras cosas no están bien en lo referente al sexo? (18:20 y 22, 19:29. 20:10 al 14, 21).

¿Qué dice acerca de las perversiones sexuales? (18:23 al 25 y 20:15-16).

¡Pero todos lo hacen! ¡Cualquiera tiene sexo con la mujer que le gusta! ¡Y cualquier chica encara a algún muchacho para acostarse con él! ¡Un montón de hombres son gays y está lleno de lesbianas! La sociedad los acepta como un tercer sexo. ¿Y? Que lo hagan. ¡Pero tú no te contamines! No eres como ellos. Tú eres santo y no eres menos hombre o menos mujer por no hacerlo. Dios juzga estas perversiones porque para Dios no existe «un tercer sexo». Él nos creó como hombres y mujeres. Punto.

Y aunque la ley de muchos países nos obligue a aceptar todo esto, tienes que saber que no es moralmente aceptable ni éticamente correcto. Que algo sea legal no lo transforma en bueno.

También tienes que saber que por pensar de esta forma serás tildado de “discriminador”, “homófobo” (fobia a la homosexualidad), “ignorante”, “represor”, “intolerante”. Pero, tranquilo, no eres lo que la gente dice que eres. Como hijos de Dios amamos y respetamos a todos los seres humanos, sean o no homosexuales, se prostituyan o no, pero no aceptamos sus valores, no aceptamos sus principios de vida, ni estamos de acuerdo con sus prácticas, y tenemos el mismo derecho a opinar que ellos, que no aceptan nuestros valores ni están de acuerdo con nuestra fe. Pero tú, vive de acuerdo a los valores de Dios y te irá bien en toda tu vida.

¿Y con respecto al satanismo, al ocultismo, a la adivinación y a la idolatría? (18:21, 19:4, 26, 28 y 31, 20:2 al 6 y 27).

¡Pero todos lo hacen! Todos tienen ídolos, van a los curanderos, rezan a los santos y a las vírgenes. Todos se atan cintas rojas y hacen promesas. Se ponen aritos, se hacen tatuajes en el cuerpo y leen el horóscopo. Creen en Sai Baba o toman extraños brebajes.

¿Y? Que lo hagan. ¡Pero tú no te contamines! No eres como ellos. Tú eres santo y no necesitas nada de esto porque en todas estas prácticas hay perturbaciones espirituales. Pero tú tienes la vida de Cristo. Disfrútala porque eres más que cualquier seguidor de demonios.

Mira lo que dice acerca de la manera de hablar (19:11-12, 14 y 16).

¡Pero todos lo hacen! Todos insultan, se burlan, mienten, son chismosos. ¿Y? ¡Que lo hagan! ¡Pero tú no te contamines! No eres como ellos. Tú eres santo y no eres «tontito» por no hacerlo.

¡Y hay más! Pero todo esto no es para convertirte en un «tonto de iglesia” amargado y aburrido, sino para que vivas bendecido y bendiciendo a otros. No te contamines. Sé santo. La santidad no es una larga lista de prohibiciones, sino una cobertura de protección sobre tu vida para que disfrutes de todo en libertad.

Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Éxodo/Levítico”

Por Edgardo Tosoni

Artículo anteriorJovenes Cristianos – PREMIOS
Artículo siguienteDevocional Diario – TRES CARAS DEL AMOR MADURO
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

4 Comentarios

  1. Hola Reynaldo. ¡¡Bienvenido!! Woooaaauuuu!!!! Eso es haber sido «atrapado» por la lectura. Felicitaciones. Y gracias por tu comentario.

  2. hey bendiciones exelente devocional Dios les siga bendiciendo eh me gusta mucho su pagina tengo como 30 min que entre y ha sido de mucha bendicion para mi vida Dios les siga usando!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre