nuevo-3Devocional – Estoy Deprimido 4

 

Pasaje clave: Isaías 61:1

 

Te contamos algunas razones por las cuales te deprimís para que aprendás a entender qué es lo que te sucede y por qué.

1. Por los CAMBIOS de tu cuerpo.

2. Por aspectos relacionados con el SEXO y la SEXUALIDAD.

3. Por estar en el MEDIO.

Ya no sos un nene, pero tampoco sos un adulto, y este «estar en el medio», muchas veces te crea angustias. Luchás por tomar tus propias decisiones y luchás para que ellas sean respetadas por los adultos.

Quisieras vivir sin tener que darle cuentas a nadie. Sin que nadie te este diciendo lo que tenés o no que hacer y cómo hacerlo… Pero al mismo tiempo sentís la necesidad de que te quieran, te orienten y te muestren hacia dónde ir, pero que no te presionen. Que te den libertad, pero que estén cerca, bien cerca, por si algo sale mal. Que te acompañen, te escuchen y te comprendan. Que te permitan equivocarte, pero sin dejar que te lastimes. Pero cuando estas cosas faltan, te sentís desamparado,  desprotegido, inseguro; entonces te deprimís. Te sentís no amado, dejado a un lado. Sentís que no te dedican el tiempo o la atención necesaria. Y todo esto te deprime aún más.

Otras veces «estas en el medio» de las discusiones de tus padres, de los problemas económicos que ellos tienen que enfrentar, de sus preocupaciones. Te sentís sin poder hacer nada y se te acumulan más tristezas.

¿Qué podés hacer?

A. ¡No te encerrés en vos mismo! Enojarte contra todos, ponerte rebelde, llorar todo el día, sólo empeorará las cosas. Te sentirás peor que antes y los que te rodean no sabrán qué hacer. Compartí tus sentimientos con otros que puedan escucharte y ayudarte a comprender cómo son las cosas.

B. ¿Están tus padres equivocados en todo lo que te dicen? Pensá que muchas veces sos vos el equivocado y no ellos. Aunque no sea fácil, tratá por un momento de ponerte en el lugar de ellos: ¿cómo se sienten?, ¿qué desean?, ¿qué esperan de vos?. Ellos no pueden darte lo que no tienen o lo que nunca han recibido. Aún así hay algo que vos sí podés hacer y darles a ellos: Tu respeto, tu honra, tu obediencia. Esto es lo que enseña la Biblia en Efesios 6:1-3. ¡Para que te vaya bien en toda tu vida! Pensálo.

C. Hablále al Señor acerca de cómo te sentís. Él es tu Papá. Él te ama. Él te acepta. Él te escucha. Él esta allí muy cerca tuyo, esperándote. Esta es la verdad más grande que podés creer y hacer parte de tu vida: Él es tu Padre, tu nuevo PAPA. No dejés que Satanás te engañe. Y disfrutar a Dios como PAPA te va a permitir valorar más a tus padres.

D. No te pasés todo el día pensando solamente en el problema. Esto es darle lugar al diablo para que sus mentiras gobiernen tu mente y emociones. Hay muchas cosas útiles y agradables en las que podés pensar y que podés hacer. ¡Hacélas!.

Fijáte en Filipenses 4:8 y 9, y en Colosenses 3:17.

Además sería muy bueno que le dieras gracias al Señor por 10 cosas positivas que encontrés en tus padres y en tu hogar. ¡Basta de criticarlos! Dale gracias a Dios por ellos. Comienza a madurar.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro: “Verdades Que Sanan”. (Editorial Logos).

Por Edgardo Tosoni

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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