Devocional – Estoy Deprimido 6
Pasaje clave: Isaías 61:1
Te contamos algunas razones por las cuales te deprimís para que aprendás a entender qué es lo que te sucede y por qué.
1. Por los CAMBIOS de tu cuerpo.
2. Por aspectos relacionados con el SEXO y la SEXUALIDAD.
3. Por estar en el MEDIO.
4. Por PECADOS no confesados.
5. Por exceso de CANSANCIO.
6. Por SITUACIONES inesperadas.
Situaciones inesperadas pueden ser:
- Ser tratado injustamente.
- Un examen mal rendido.
- La muerte de alguien querido.
- Algún accidente o enfermedad.
- Una prohibición de tus padres que te separa de la iglesia.
- La separación de tus padres.
Cuando te suceden algunas de estas cosa (u otras) reaccionás ante la pérdida con depresión. Y éste estado puede durar mucho o poco según la actitud que tomés ante él.
Jesús NO vino a decirnos que no vamos a tener problemas. El nunca nos dijo: «Entregáte a mí y todos tus problemas se van a solucionar”. ¡NO! Su buena noticia, su excelente mensaje es éste: El Señor te ama y El es el que permite sufrimientos y situaciones difíciles en tu vida. ¿Sabés para qué?:
- Para QUEBRANTAR tu orgullo, tu egoísmo, tus indiferencias.
- Para SANTIFICARTE, y que no te sigás enredando con el pecado y con el mundo.
- Para FORMARTE a la imagen de Jesús y poder experimentar todo el poder de su vida en tu interior.
TODO, absolutamente todo, lo que te sucede es permitido por Dios (aun las cosas más tristes), para QUEBRANTARTE, SANTIFICARTE y FORMARTE a la imagen de su Hijo. Para hacer de tu vida algo excelente.
Nos sana saber y creer que Dios esta por encima de los problemas. Y que ese Señor Todopoderoso que reina es nuestro Papá, que nos ama y que prepara todas las cosas para nuestro bien.
Por ejemplo: El Señor no aprueba las injusticias que puedas recibir (de padres, amigos, etc.), pero las usa para quebrantarte, para hacerte como Él quiere, para formarte a la imagen de Jesús. (Llegará un día en que Él juzgará a quienes te maltratan, si bien esto no significa que permitas que te hagan cualquier cosas. Podés y tenés que defenderte, pero no tomar el juicio y la venganza por tus propias manos).
Mira la siguiente lista (y faltan muchos más) de personas que fueron derribadas pero no abatidas.
- JOSE. (Génesis 37, 39 y 4039 y 40).
- ANA. (1º Samuel 1:1 al 181 al 18).
- DAVID. (Salmo 40).
- JOB. (Job 1 a 31 a 3).
- JEREMIAS. (Jer. 26, 38:1 al 131 al 13).
- AMIGOS de Daniel. (Daniel 3).
- DANIEL. (Daniel 6).
- JESUS. (Mateo 26 al 2826 al 28).
- ESTEBAN. (Hechos 7).
- JACOBO y PEDRO. (Hch. 12:1-17)
- PABLO. (Hch. 16:16 al 4016 al 40, 2º Co. 11:23-33)
Todos ellos sufrieron, tuvieron problemas, muchos recibieron un trato muy injusto, otros no se merecían lo que les toco vivir. Algunos fueron asesinados por seguir a Jesucristo; otros separados de sus familias. Ellos experimentaron el dolor, el rechazo, la indiferencia. Fueron agredidos verbal y físicamente. Muchos estuvieron solos en medio de locos incrédulos e irrespetuosos. Fueron derribados, pero en su interior, en su espíritu, ellos estaban firmes en la fe. Fuertes, seguros y confiados de que la presencia del Dios Todopoderoso estaba con ellos. Sabían que nunca estarían solos. Nunca serían perdedores.
Si estás deprimido por otras cosas, ¡comunicáte! con tus líderes o con alguien que pueda comprenderte y ayudarte a entender. ¡Y aferráte al Señor para no seguir caído!
Extracto del libro: “Verdades Que Sanan”. (Editorial Logos).
Por Edgardo Tosoni