un-habito-muy-sanoJóvenes Cristianos – Un Hábito Muy Sano

 

Pasaje clave: Salmo 119.

 

¿Con cuanta frecuencia estás leyendo la Palabra de Dios?

La Biblia es comunicación. Es la forma preferida de Dios para darte información clara de cómo vivir una vida que le agrade. Medita en ella y aplícala.

1. Medita en la Palabra de Dios.

Piensa en lo que has leído y observa lo que ocurre. ¿Qué sucede? ¿Quién son los personajes? ¿Qué hacen? ¿Qué sienten? ¿Qué piensan? ¿De qué hablan? ¿Qué les preocupa o qué los entusiasma?

¿Y qué harías tú en esa situación hoy?

Meditar es declarar las promesas del Señor. No es poner la mente en blanco ni hacer la posición de «la Flor de Loto» como los practicantes del yoga. No. Es declarar, hablar, es juntar la Palabra con las cosas que Dios te prometió, es hablar en positivo, es hablar fe.

En la meditación pienso como Dios piensa. Hago míos sus pensamientos.

 

2. Ora la Palabra.

Convierte el versículo o relato en una oración y declárala en fe. Por ejemplo: “Gracias Señor, porque todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. “No tengo miedo porque tú Señor estás conmigo”. “A mí nada me faltará porque tú eres mi Pastor”.

Hazte preguntas claves que te desafíen. Por ejemplo:

¿Hay algún pecado para confesar?

¿Hay alguna promesa para reclamar?

¿Hay alguna actitud para imitar o cambiar?

¿Hay algún mandamiento o palabra para obedecer?

¿Hay algún ejemplo para seguir?

¿Hay alguna oración para hacer?

¿Hay algún error para evitar?

¿Hay alguna verdad o promesa para creer y reclamar?

¿Hay algún motivo para agradecer o alabar a Dios?

 

3. Aplica la Palabra de Dios (Juan 13:17, Stg.1:22).

Pregúntate: ¿Cuál es el principio, la verdad o la enseñanza que Dios me quiere transmitir?

¿Qué podría hacer para practicar este principio, verdad o enseñanza, hoy?

Después, escribe una acción que llevarás a cabo para poner en práctica la verdad que descubriste.

Vive de acuerdo a la Palabra de Dios.

 

Piénsalo.

Tómate de 10 a 1510 a 15 minutos, todos los días, durante un mes, para leer la Biblia y meditarla. Cuando hayas descubierto lo que Dios quiere decirte, escríbelo. Ora por esa verdad y pídele a Dios la sabiduría y la determinación para aplicarla en tu vida.

Si formas éste hábito, lo disfrutarás y renovarás toda tu manera de pensar y de vivir.

Por Edgardo Tosoni

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

2 Comentarios

  1. Hola Derly. ¡¡Bienvenida!! Gracias a vos por compartir tan sinceramente cómo te sentís. Dejame decirte que tu Papá celestial te estaba re esperando, que él quiere relacionarse con vos ¡porque te ama, tiene propósitos para tu vida y sus pensamientos son paz y bendción! ¡Él es el mejor Papá!

  2. Hola.
    Muchisimas gracias por estas palabras. Estoy en proceso de reconciliacion con Dios, quiero volver a tomar y seguir ss cosas y por supuesto a conocer de él, por medio de su Palabra. Gracias por estos consejos, ya que nos ayudan a aprender a estudiar la Biblia. Gracias.

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