PASTOREAR SIGNIFICA «VIGILAR MIENTRAS COMEN».

Cuando acerquemos a las ovejas a Jesús, gozarán de un reposo que ninguna otra persona, posesión o posición podrían darles. ¿Cuál es nuestra tarea como pastores? Acercarlas a Jesús para que reciban reposo; adicionalmente, este versículo nos indica que debemos pastorearlas. Intrigante y distinta es esta palabra. No la utilizamos mucho en el vocabulario cotidiano. Significa «llevar los ganados al campo y cuidar de ellos mientras pacen». Cuidar de ellos mientras comen. Vigilarlos para que estén tranquilos y seguros mientras pastan en los campos. Interesante, porque implica que la tarea del pastor es una de reposo también. Después que los guía al alimento, él solo tiene que estar cerca para asegurarse de que no les pase nada o evitar que alguna amenaza se les pueda acercar para molestar. Me intriga saber que el pastor también puede descansar mientras las ovejas descansan. Es descanso para ambos.

Hay algunos líderes que les fascina estar ocupados en los detalles de cada aspecto de la vida privada y pública de sus ovejas. Se justifican con los versículos que dicen algo de tener que rendir cuentas por las ovejas y demás. Sin embargo, de nuevo es importante reconocer que hay un límite para nuestra autoridad, como pastores, en la vida personal y privada de la gente. Mi tarea, como pastor, es llevarlas a los pastos, velar por que estén bien y, entonces, dejar que ellas tomen la decisión de si se comen el pasto o no.

LA FUENTE DE AGUA ETERNA QUIERE REFRESCARNOS, LAVARNOS Y VIGORIZARNOS CON SU REPOSO.

Ni siquiera tengo el deber de forzarlas a que coman. Deténgase aquí por un momento y vuelva a leer. Ahora sí. Esa es una decisión de ellas. No tengo que estar vigilando cada movimiento, cada palabra, cada decisión que la oveja quiera tomar. Es mi tarea acercarla a Jesús (fuente de las «aguas de reposo»), dejar que paste a gusto y quedarme tranquilo, a menos que haya algún peligro del que la tenga que proteger. Visto de esta manera, no es tan complicado ser pastor. Creo que muchas veces nos adjudicamos tareas y responsabilidades que no nos corresponden. Evitemos la tentación de ser tan «vigilantes» de las ovejas que nos convirtamos en intrusos de sus vidas privadas.

PROTEGERLAS

Una de las cosas que podemos vigilar es que no beban de charcos sucios y lodosos donde se exponen a toda clase de veneno o enfermedad. Podemos asegurarnos de que las aguas en casa sean tan cristalinas y puras que no querrán nunca más beber de otras aguas. Trabajar de tal manera que el alimento sea tan delicioso en la mesa familiar que ni se les ocurra ir a algún otro lugar. Si se van a otro prado o a otro redil con otro pastor, que sea porque han madurado de tal manera que Dios los está moviendo para allá, y los enviamos con nuestra bendición y alegría. Pero que no se los lleven bajo premisas de engaño ni falsedad. Eso hace nuestra tarea aun más crucial: tener agua limpia y pura, comida tan deliciosa y bien condimentada que ni se les ocurriría ir a algún otro lugar.

Si bien la palabra pastorear significa «vigilar mientras comen», hay muchas cosas de las que podemos asegurarnos para el bien de nuestras ovejas:

  • Vigilar por su crecimiento.
  • Vigilar por su descanso.
  • Vigilar por sus buenos hábitos de comer.
  • Vigilar por su comunión con las demás ovejas.
  • Vigilar por su contentamiento.
  • Vigilar por su alegría.
  • Vigilar porque siempre se acerquen a Jesús.

Un viejo proverbio inglés dice que «nunca se aprecia el valor del agua hasta que se seca el pozo», pero también es cierto que podemos acostumbrarnos a vivir en el desierto y conformarnos con muy poco acceso a ella. La mejor noticia que tenemos y que podemos dar es que la fuente de agua eterna quiere refrescarnos, lavarnos y vigorizarnos con su reposo.

Extracto del libro “Los 8 Hábitos de los Mejores Líderes”

Por Marcos Witt

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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