Mujeres Cristianas – El Propósito y la Naturaleza de la Mujer 1

 

Cuando Dios creó a la humanidad, Él tenía dos propósitos sobresalientes en mente: relación y vocación. El primer propósito es la razón personal de Dios para crearnos: para tener relación con El Mismo. El segundo es Su razón ejecutiva para crearnos: la función que El diseñó para que hagamos en esta tierra para El.

 

La Creación del Hombre.

El libro de Génesis nos dice el origen de la humanidad. Génesis 1 es un capítulo de declaración. Declara lo que Dios hizo en la creación. Génesis 2 es un capítulo de explicación. Explica la forma cómo Dios cumplió su acto de creación.  La primera pregunta que necesitamos hacernos es, ¿por qué Dios decidió crear al hombre? La segunda es, ¿qué es lo que significa ser creado a la imagen de Dios? La tercera, ¿qué es lo que significa para el hombre el tener dominio sobre toda la tierra? La cuarta, ¿por qué creó Dios hombre y mujer?

¿Por Qué Creó Dios al Hombre?

El propósito final detrás de la creación del hombre fue, y es amor. La Escritura nos dice: “Dios es amor” (1º Juan 4:8, 16). Lo que a mí me gusta especialmente de esta declaración es que Dios no sólo da amor, amor. Ei no soi0 muestra amor, sino que Él es. El desea compartir Su amor con nosotros, porque el amor es Su cualidad esencial.

La Palabra de Dios enseña que Dios es amor. Considera estos pasajes: Jeremías 31:3, Sofonías 3:17, Romanos 8:38-39, Efesios 2:4-5, 1º Juan 3:1.

Dios tiene muchas otras cualidades que podemos enlistar además del amor. Él es justo, santo, omnipotente, todopoderoso. Él es todas estas cosas maravillosas. Aun, Dios podría ser todos estos atributos, y existir por Sí Mismo en aislamiento. Él no necesita a nadie más para ser santo. Él no necesita a nadie más para ser justo. Él no necesita a nadie más para ser todopoderoso. Él puede ser omnipotente, omnipresente, y todo el resto de Sus cualidades por Sí Mismo. Sin embargo, es la naturaleza del amor el darse a sí mismo, y no puede darse en aislamiento. Para que el amor pueda ser cumplido, tiene que tener a alguien a quién amar, y tiene que entregarse a su amado.

Isaías 45:5. No hay otro Dios fuera del Señor, y aun, Él es un Dios de relación, no de aislamiento. El desea a alguien de Su naturaleza y de Su semejanza a quién Él puede amar. Por lo tanto, la primera motivación de Dios en la creación del hombre fue el amor. El creó al hombre porque Él quería compartir Su amor con un ser que fuera como Él Mismo, un ser creado a Su propio imagen.

Esta verdad me asombra. Génesis nos dice que Dios creó los cielos y la tierra. Él creó todas las plantas y todos los animales. Hizo al sol, a las estrellas, las galaxias, los milenios, y a los iones. Él vio a todas estas cosas maravillosas que Él había creado, y dijo que eran buenas. Sin embargo,  realmente no pudo amar a estas cosas porque no eran como Él. Sí, reflejaban Su poder, Su gloria, y Su creatividad; revelaban Su naturaleza y Sus cualidades, pero no habían sido hechas a Su básica semejanza. Es el hombre al que Dios creó, quien fue hecho a Su imagen y semejanza para amarlo.

En el Nuevo Testamento, Jesús afirma y ejemplifica el amor de Dios para nosotros (Juan 3:16). Dios «dio» Lo dio porque amó. Tú no puedes amar sin tener que dar. Cuando tú amas, tú das. Es automático. Pero para dar el amor en una forma que llene verdaderamente, el que lo recibe tiene que ser como la naturaleza de quien lo da; de otra manera, el amor no puede estar completo. Tú no puedes dar en una forma significante a algo que no es como tú, porque no puede recibir tu regalo en una manera que satisfaga tu sentido de dar. El dar sólo está completo cuando el dador y el receptor son iguales o semejantes. Dios deseó un amor mutuo y compartido, no un tipo de amor de un solo lado.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Entendiendo el Propósito y el Poder de la Mujer”

Por Myles Munroe

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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