Mujeres Cristianas – El Propósito y la Naturaleza de la Mujer 2

 

Continuemos.

Dios vio a lo que había creado, y aquí está este hombre, este bello duplicado de Él Mismo. Aquí había alguien con quien podía llenar y hacer cumplir Su amor. Esta relación de amor fue el primer propósito para el cual Dios creó al hombre. Esto no es solo un concepto abstracto. Esto significa que toda la raza humana, incluyéndote a ti y a mí también, fue creada por Dios para ser amada por Él.

Hace algunos años, yo estaba meditando en la pregunta de por qué, cuando la humanidad rechaza los caminos de Dios, Dios no comenzó todo de nuevo, creando una nueva raza de hombres. La razón es que Dios no hace las cosas dos veces. Su amor es puro e incondicional; no está basado en las acciones del receptor. Por lo tanto, cuando entregamos nuestra vida a Dios, no deberíamos hacerlo creyendo que Dios sólo siente lástima por nosotros. Deberíamos acercarnos a Dios, porque, como respuesta a tal clase de amor incondicional, no podemos amar a nadie más de la manera como amamos a Dios.

Dios y la humanidad fueron hechos el uno para el otro. No importa a quién más amas tú, tú nunca vas a estar satisfecho hasta en tanto que tú ames a Dios. No importa qué tantas relaciones tú llegues a tener y cuántos regalos tú compres para otras personas, cuando todo se acaba, tú todavía vas a estar solo. ¿Por qué? Es porque la persona para la cual tú fuiste creado para amar, por encima de todo lo demás, Dios, no tiene el lugar en tu vida que Él necesita tener. Tú fuiste hecho para amar a Dios. Tu amor fue diseñado para satisfacerlo a Él.

¿Qué Significa Ser Creado a la Imagen de Dios? ¿Cuál es esta imagen de Dios en la que fuimos creados?

Cuando Dios dice, «Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza» (Génesis 1:26), Él estaba diciendo,  de hecho,  «Vamos  a hacer a alguien a quien podamos amar, y vamos a llamarlo ‘hombre'». Y puesto  que queremos que el hombre sea el objeto de nuestro amor, vamos a hacer al hombre a nuestra imagen y a nuestra semejanza. Esta creación tiene que ser tal y como nosotros». Por lo tanto, cuando Dios creó al hombre,  básicamente lo sacó de Él Mismo, para que la esencia del hombre pudiera ser tal y como El. De esta manera, el receptor podría ser de igual manera como el Dador, y podría reciprocar Su amor. Dios creó al hombre a partir de Su propia esencia. Dado que «Dios es espíritu» (Juan 4:24), Él creó al hombre como espíritu. Este es un aspecto vital de la creación al cual volveremos después.

El hombre es el único ser viviente sobre la faz del planeta que ha sido creado a la imagen de Dios. En ninguna parte de la Biblia encuentras que los ángeles hayan sido hechos a la imagen de Dios. Sin embargo, el hombre salió de Dios y fue creado a Su imagen y a Su semejanza. El hombre es el único ser de la creación de Dios que es como Él.

Así que el hombre-espíritu, fue creado como resultado del amor de Dios. En este punto, todavía estamos hablando acerca de la creación del hombre, el espíritu. Todavía no estamos hablando acerca del hombre y de la mujer. ¿A quién creó Dios a Su imagen? Al hombre. El hombre es espíritu, y los espíritus no tienen género. La Biblia nunca habla acerca de un espíritu masculino o femenino. Dios creó el hombre-espíritu sin género alguno.

Génesis 1:27. Dios tomó a este hombre-espíritu, y Él lo colocó en dos formas físicas: el varón y la mujer. El hombre-espíritu nunca es ni varón ni mujer. Sin embargo, para cumplir Sus propósitos eternos, Dios usa dos formas físicas, llamados hombre y mujer, a fin de poder expresar la entidad única del hombre. Por lo tanto, la esencia de ambos, el hombre y la mujer, es el espíritu que habita dentro de ellos llamado «hombre».

En la Biblia, cuando Dios habla a la humanidad, El usa el término hombre. Él nunca se refiere al varón o a la mujer a menos de que les esté hablando a ciertos individuos en particular. En lugar de eso, Él le habla al hombre que está dentro de ambos. Él se refiere al hombre-espíritu.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Entendiendo el Propósito y el Poder de la Mujer”

Por Myles Munroe

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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