Mujeres Cristianas – Escojo Cómo Vivir Cada Día
Pasaje clave: 1º Pedro 3:10-12.
El ser humano ha buscado desde siempre la paz y el bienestar… esto no es notica… todos deseamos en lo profundo de nuestro ser amar la vida y ver días buenos como dice el apóstol Pedro en esta cita bíblica.
Como mujeres sabemos que el ambiente de nuestro hogar está determinado por nuestro estado de ánimo, el cual muchas veces juega en contra de lo que nuestra voluntad quiere hacer. Si mamá está bien… todo va a funcionar mejor hoy. La rutina puede ser muy llevadera cuando mamá está feliz y nos alienta en el comienzo del día, pero también todo puede terminar en una gran eclosión si la dueña de la casa está de mal humor y enfocada en los problemas diarios.
Para poder tener un ancla que nos posicione correctamente, encontraremos en las palabras de Pedro varias perlas que nos ofrecen un punto de equilibrio en el día a día.
1. Puedo determinar qué clase de día quiero vivir.
Si estoy determinado a amar la vida, puedo diseñar con mis actitudes que clase de días voy a tener… quiero días buenos. No simplemente soportar personas o situaciones porque no tengo otra opción. Eso puede ser útil por un tiempo pero termina desgastando nuestra expectativa por el presente y el futuro.
Amar la vida es mucho mas que decirlo…es encontrar las estrategias necesarias para que el desierto se transforme en ríos. Lo que necesito es:
A. Refrenar mi lengua: esto no es contener, tapar o frenar tus palabras. Esto quiere decir direccionar nuestro hablar, encausándolo hacia el propósito original. Como mujeres siempre tenemos algo para decir, o comentar (y los hombres muchas veces no critican por ser ¡¡¡demasiado conversadoras!!!!).
A veces sin querer nuestros dichos nos hacen prisioneras de ellos, entonces si no quiero hablar mal de mí, de la familia, de la sociedad, de la economía…etc. ¿Cuánto tiempo puedo frenar mi lengua?
Lo que si necesito es encontrar la estabilidad emocional para ubicar mis palabras en el propósito original de Dios. Esto no es mágico, es un hábito que podemos desarrollar. Dios nos ha creado con la hermosa capacidad de mostrar y expresar nuestras emociones en amplitud, pero estas necesitan ser orientadas y redireccionadas a la luz de La Palabra.
El futuro no viene a mi…yo voy hacia el futuro que voy definiendo cada día de mi vida. Es tiempo de agradecer por la belleza de la vida, es tiempo de ver lo que está delante de nosotros y todavía no lo hemos apreciado, valorado, o compartido con otros.
B. No hablar engaño: el engaño tiene que ver con la mentira pero no implica únicamente esta última. Satanás se alimenta de aquellos a quienes engaña. Por eso en Ap.12:9 se9 se explica como satanás comenzó como la serpiente antigua pero llegó a ser un gran dragón. ¿Cómo sucedió esto?
Cada vez que nosotros decidimos comer del engaño que se nos ofrece en cualquier situación que vivamos, estamos alimentando al gran engañador. Comemos del ambiente que creamos, porque cada una de nosotras es una libertadora de ambientes. Si podemos ver eso, actuaremos en consecuencia. Tenemos que tomar una decisión. O somos víctimas de nuestros dichos y acciones o somos hacedoras de un futuro de esperanza a través de ellos.
2. Más que buscar todas las soluciones puedo mantener la estabilidad.
La humanidad toda vive diariamente buscando la solución a todos los problemas…esto es bueno pero ¿cuanto más productivo puede ser si nos determinamos a mantener una estabilidad emocional y espiritual frente a todo lo que nos exponemos?
Los problemas se multiplican solos…no necesitamos llamarlos. Pero si necesitamos estabilidad para gobernar sobre las situaciones, sea que tengan solución inmediata o no. Así ganaremos, sabiduría, paz, contentamiento.
Es posible comenzar desde las pequeñas cosas y cuanto mas nos desarrollemos en esta estabilidad, más radio de influencia tendremos para manifestar el carácter de Cristo en todo lugar.
Por Elizabeth Cabrera de Uboldi