El amor sirve para todo.
- ¿Tal vez sientas que el tiempo te hizo dura, insensible?
- ¿Sufres porque nadie te ama?
- ¿Te sientes abandonada y sola?
- ¿Sientes que siempre eres la que da y nunca la que recibe?
Necesitas saber que cuando sueltas amor, y cuanto más amor sueltes, volverá a tu vida, se reproducirá y sanará cada una de tus emociones lastimadas. ¡Disfruta de amar! Cuando lo hagas serás amada de una forma inesperada.
Hubo una vez dos hermanas gemelas que al nacer fueron puestas en una incubadora, a pesar de que una de ellas estaba fuerte y gozaba de muy buena salud. La otra bebé estaba en una situación delicada, muy débil, a punto de morir. Una enfermera, a pesar de lo que decían los médicos, violó la ley del hospital y tomó a la niñita vigorosa y las puso juntas. La hermanita más fuerte y sana inmediatamente puso su bracito alrededor del cuello de su hermana y en ese mismo instante las pulsaciones de la bebita debilitada comenzaron a normalizarse, el calor empezó a entrar en su cuerpo y se salvó, por el poder del amor.
Quizá te preguntes cómo sabía la bebita que tenía que colocar su bracito sobre el cuello de la hermana. Lo sabía porque esa beba estaba cargada de amor y soltó ese amor que ya venía dentro de ella desde el momento en que fue concebida. Ama como puedas, como te salga, exprésalo de la mejor forma que te sea posible, pero ama y disfruta de todo lo que tienes.
CONCLUSIÓN
A partir de ahora, una nueva mujer está naciendo. Seguramente durante este proceso comiences a conocerte mucho mejor, con lo cual comprenderás también mucho mejor a tu compañero.
Mujer: ¡Estás volviendo a nacer! Dentro de ti está naciendo una libertad que ya no te hará sentir avergonzada ni relegada, más allá de tus aciertos y errores. Ahora, el control remoto de tus emociones lo tienes tú. Conócete, proponte ser lo que quieres ser y no vivas tratando de satisfacer los deseos de todo el mundo. Aprovecha esos ratitas de soledad que tal vez tienes para conocerte bien a ti misma. Pero ahora hazlo en forma positiva.
Confía en ti misma. Afírmate como persona. Cuantos más sueños alcances, mejor te vas a sentir. Y a medida que enfrentes mayores y nuevos desafíos, serás capaz de cerrar todos aquellos temas inconclusos que lastiman tu estima y tus emociones. Dentro de ti está la habilidad que necesitas para potenciar tu propia existencia. Al ejercitar ese paso utiliza frases que empiecen con el pronombre personal «yo».
Comienza a rodearte de personas que te estimen y te tengan en cuenta, sé fuerte, ¡crece! No importa los años que tengas, siempre sigue creciendo. Si te animas a hacerlo, habrá nuevas oportunidades por vivir, nuevos momentos para disfrutar. No eres la actriz de reparto en la película de otra persona, eres la protagonista de tu vida. No protagonices tu vida con los títulos de tus hijos o nietos, ni con los logros de tus sobrinos, habla de ti, de lo que estás alcanzando.
Sé tu propia admiradora. Cada mañana al levantarte date ánimo. Tu vida y futuro están en construcción, no renuncies a la vida antes de tiempo, cada minuto te pertenece. Cuantos más riesgos estés dispuesta a correr, mayor será la confianza que generes dentro de ti misma. Aprende a decir «aún»: aún tienes tiempo, aún estás fuerte, aún tienes vida y si tienes vida, todo lo que te propongas será exitoso. Hasta el último minuto de tu vida produce, suelta sueños: estás habilitada y capacitada para hacer grandes cosas.
Extracto del libro Estoy Casada Pero Me Siento Sola
Por Alejandra Stamateas
