Mujeres Cristianas – El Diseño de Dios: Igual y Diferente 4
Continuemos.
Dios te está diciendo: «Yo quiero que tú dejes de tratar de ser como alguien más y que seas quién, tu eres. Dios tiene planes especiales para ti. Él te ha dado tu personalidad y tus dones por una razón específica (Efesios 2:10). Pablo dijo: «Sed imitadores de mí, como también yo lo soy de Cristo» (1º Corintios 11:1). En otras palabras, él estaba diciendo, «Cuando yo me veo como Cristo Jesús, imítame». La única cosa que debemos imitar en las gentes es la vida de Cristo Jesús. De otra manera, no estamos tratando de imitar a los demás.
Dios te hizo diferente debido al propósito que tenía en mente para ti. La misma cosa es verdadera para todos. Nos metemos en problemas cuando tratamos de cambiar a la gente en lo que somos. Esto sucede a menudo cuando la gente se casa. Después de la luna de miel, las gentes comienzan a tratar de hacer que sus esposos piensen y se comporten como ellos. El mayor problema en el matrimonio es cuando una parte trata de cambiar a la otra parte. Esa persona ya está hecha. La gente pasa años tratando de cambiar a sus parejas. Pero Dios hizo a los hombres y a las mujeres diferentes debido a lo que fueron diseñados para hacer. Esto significa que tu esposa es de la manera como es debido a la razón de su existencia.
Tu esposo es como es debido a la razón de su existencia. Si tú tratas de convertir a una mujer en hombre, o tratas de convertir a un hombre en mujer, tú estás tratando de hacer lo imposible. Nadie puede alterar los propósitos de Dios. Podemos intentar de cambiar los propósitos de Dios, pero siempre van a permanecer iguales. Debes recordar que Dios ha dicho, «Antes de que mi propósito pueda ser cambiado, yo dejaría de ser Dios».
Si tú vas a tratar a una mujer, tú debes encontrar lo que Dios quería cuando Dios hizo a las mujeres; de otra manera, tú vas a estar manejando algo que tú no entiendes. Lo mismo aplica para el hombre. Por lo tanto, todo es de la manera en que está debido a su propósito. Necesitamos ver nuestras diferencias como complementarias; necesitamos celebrar nuestra singularidad como mujeres y como hombres, de la misma manera como la individualidad que Dios ha colocado dentro de cada persona.
6. La Caída del Hombre.
Los hombres y las mujeres fueron creados, por lo tanto, con diseños perfectamente complementarios. ¿Cuándo comenzamos a apartarnos del propósito original de Dios?
El tercer capítulo de Génesis explica la fuente del conflicto y de la contienda entre los hombres y las mujeres. En el capítulo dos, leemos que Dios instruyó al hombre, Adán, que él podría comer de todo Los hombres y árbol del Jardín excepto del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal; y que si lo hacía, moriría (Génesis 2:17). Cuando Eva fue creada, Adán le dio estas instrucciones también a ella. Los sucesos que siguieron cambiaron a los hombres y a las mujeres, apartándolos del diseño perfecto de Dios. El diablo, en la forma de una serpiente, tentó a Eva para que comiera del árbol, diciéndole que si lo hacía, ella no moriría, pero «que sería como Dios, conociendo el bien y el mal» (Génesis 3:5). Eva sucumbió ante la tentación, Adán consintió, y ambos comieron del fruto del árbol.
A través de un acto de sus propias voluntades, Adán y Eva rechazaron los planes de Dios y buscaron sus propios deseos. Ellos habían sido diseñados para vivir en los propósitos de Dios y bajo Su gobierno amoroso. Pero ellos querían un propósito para el cual no fueron creados.
Ellos pensaron que podían ser como Dios mismo. Ellos no estaban satisfechos con su posición y con sus funciones. Pero su rechazo de los propósitos de Dios sólo les trajo dolor del corazón, porque ellos no habían sido hechos para vivir independientemente de Dios y de los propósitos para los cuales Él los había creado. Esta Escritura describe su predicamento: «Profesando ser sabios, se volvieron necios» (Romanos 1:22).
(CONTINÚA…)
Extracto del libro “Entendiendo el Propósito y el Poder de la Mujer”
Por Myles Munroe
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