Mujeres Cristianas – El Diseño de Dios: Igual y Diferente 5

 

Continuemos.

7. Consecuencias de la Caída.

La primera consecuencia de la Caída fue que la comunión que la humanidad tenía con Dios se rompió. Recuerda que el hombre fue creado para recibir el amor de Dios. Pero el pecado de Adán y Eva y su rebeldía los separó de Dios. Dios aun los amaba, pero ya no tenían el mismo canal abierto hacia Dios con el cual recibir su amor.

En segundo lugar, Adán y Eva experimentarían la muerte tal y como Dios dijo que lo harían. Ellos no experimentaron inmediatamente la muerte física; pero el espíritu sobresaliente que Dios había colocado dentro de ellos, el espíritu que los distinguía de haber sido hechos conforme a Su imagen, sufrió la muerte. Mientras que ellos todavía retenían algunos elementos de su creación a la imagen de Dios, ellos ya no podían reflejar perfectamente la naturaleza y el carácter de su Creador. Ellos también fueron destinados a morir físicamente en algún punto.

En tercer lugar, Adán y Eva sufrieron la pérdida de su relación que estaba perfectamente equilibrada (Génesis 3:16-19).

 

8. ¿Fue Maldita la Mujer?

Cuando se desconoce el propósito, o cuando es rechazado el propósito, el abuso es inevitable. La desvaloración de la mujer por el hombre, no es una consecuencia natural del diseño original de Dios. Alguna gente dice ser así, y usan esto como una justificación para humillar a las mujeres. Al contrario, vino como resultado de la rebelión de la humanidad en contra de Dios y del rechazo de Sus propósitos. El hombre y la mujer no pueden funcionar en verdadera armonía y efectividad estando apartados de los propósitos de Dios.

Después de que Adán y Eva se rebelaron, Dios hizo algunas declaraciones muy específicas a la mujer. Yo quiero enfatizar fuertemente el hecho de que estas declaraciones no fueron maldiciones. A mí me criaron creyendo que Dios había maldecido a Eva. Sin embargo, este no fue el caso. Dios le estaba diciendo a Eva las consecuencias naturales de haber rechazado Sus propósitos.

La Biblia no dice que Dios maldijo al hombre o a la mujer. Dios dijo: «Maldita sea la tierra» (Génesis 3:17). En otras palabras, Él le dijo a Adán, «Es la tierra la que realmente va a sentir el impacto de tu desobediencia. Debido a esto, tú vas a tener que luchar para sobrevivir en ella». Más aun, El no maldijo a la mujer a través de hacerla la portadora de hijos. Él no dijo: «Solo por esto, ahora tú vas a tener que tener hijos, y te va a doler». Adán y Eva siempre fueron supuestos a tener hijos. Eva ya tenía la habilidad de parir hijos para que la humanidad pudiera reproducirse conforme a su especie.

Esa habilidad fue establecida antes de que el pecado entrara en escena. Por lo tanto, parir hijos no es una maldición. Al contrario, cuando tú pares un hijo, tú estás cumpliendo parte del propósito de Dios para la humanidad. Sin embargo, Dios le dijo a Eva, que debido al pecado, ahora ella iba a experimentar dolor en su parto. Si no hubiera habido ninguna Caída, la mujer podría tener tantos hijos como ella quisiera sin ningún dolor. Dios hizo bien claro que el dolor—no la habilidad de parir hijos—fue el producto de la Caída.

Muchas mujeres hoy en día consideran el parir hijos y el criar hijos como una carga, debido a que no han recibido suficiente apoyo en esto por parte de sus maridos. Más aun, cuando una mujer es una madre soltera, la carga se hace todavía más grande. La Escritura dice en Génesis 1:28: «Y los bendijo Dios, y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos». Ambos, mujer y varón, estaban destinados a ser fructíferos. Eso significa que todos los bebés que Eva pariera les pertenecerían a ambos.

Dios les dijo, de hecho: «No sólo se preocupen en tener dominio sobre la tierra ustedes dos juntos; ustedes tienen que criar a sus hijos juntamente también». Parte de las consecuencias de la Caída puede ser que mucho de esta responsabilidad ha caído en la mujer, mientras que el hombre ha estado preocupado con «tener dominio». Algunas veces, también las mujeres, pueden estar más preocupadas con el hecho de involucrarse en el mundo que con criar a sus hijos.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Entendiendo el Propósito y el Poder de la Mujer”

Por Myles Munroe

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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