Mujeres Cristianas – No Soy Sólo Una Cara Bonita 4

 

Continuemos.

¿Cuántas hace mucho que  no corren por ejemplo cinco minutos?

¿Cuántas hace mucho que no ejercitan el cuerpo?

¿Cuántas hace mucho que no hacen un deporte?

¿Vos cómo sentís el cuerpo ahora? Te pesa, te duele, te duele la cabeza, te duele la mano, te duele el hombro, te duele el pie, porque se atrofió tu cuerpo por no usarlo.

¿Cuántas hace mucho que no experimentan tener placer al hacer sexo? Porque cuanto menos sexo tenés, menos lo usas, más se te atrofia, tenés que activarlo. A las casadas les hablo.

¿Cuál es el ejercicio que le dan a las mujeres que no tienen deseo sexual? Tener sexo todos los días. Y decís, cómo me das ese ejercicio si es justamente lo que no tengo ganas. Justamente, porque cuanto más practiques, más te van a venir las ganas. La única manera de que te vengan las ganas es practicando. Tenés que practicar todos los días.

¿Por qué uno pierde la memoria? Uno no pierde la memoria porque envejece, porque  hay personas mayores que tienen una memoria impresionante, uno pierde la memoria porque no usa la cabeza, simplemente por eso. Si usás la cabeza, aunque tengas cien años, vas a tener memoria, el músculo que no usas se atrofia.

Si no usas la fe se te atrofia, por eso hay mujeres que tienen la fe atrofiada, que no pueden creer en nada. “A mí no me va a pasar pero a la que dio testimonio le pasa, yo no sé cómo hace”. Porque activa su fe, porque aunque sean pavadas, hace cosas para que se active la fe.

A veces tenés que hacer pavadas para que se te active la fe, cosas simples y sencillas, pero tenés que activar tu fe, creer en cosas pequeñas, porque eso activa tu fe, y todo el día creer en cosas pequeñas. Por ejemplo, que va a venir el colectivo ahora, sí, para eso uso mi fe, tenés que activar tu fe, tenés que usarla, porque si no tu fe está atrofiada, y hay gente que lo que hace es esconder su fe, por eso este es el tiempo de levantarte con fe, y decir, yo no sé, yo lo único que creo es a la Palabra de Dios, que él me dio talentos, capacidades, dones, me soltó en la vida y me dijo: tenés libertad para hacer crecer todo lo que te he dado.

Esfuérzate y sé valiente. Están mal tus hijos, esfuérzate, ¿pero qué?, ¿le tengo que planchar más?, ¿lavar más? ¡No! esfuérzate en la fe de creer, que lo que hoy no ves, lo vas a ver, esfuérzate en la fe. Te tenés que hablar a vos mismo, tenés que hablarle a tu espíritu: alma mía, alaba al Señor. Era una orden que David le daba al alma.

Hay órdenes que le tenemos que dar a nuestra alma, hay órdenes que le tenemos que dar a nuestro cuerpo, y hay órdenes que le tenemos que dar a nuestro espíritu, ahora voy a soltar fe y voy por lo que creo, gloria a Dios.

El problema es que a veces las mujeres nos fijamos tanto en lo que no tenemos. Pero eso es una cárcel porque si vos no podés disfrutar del hoy no vas a poder disfrutar mañana, porque hay muchas cosas que vos dijiste hace unos años: «el día que lo tenga seré feliz” y hoy lo tenés, pero sin embargo no sos feliz.

Es una gran mentira, es la manera que tenemos las mujeres de engañarnos, posponer la felicidad, en lugar de ser felices con lo que hoy tenemos, en lugar de ser feliz que hoy Dios te trajo a esta tierra de bendición, que Dios te puso en el ministerio, que Dios se sentó al lado de una mujer que ama a Dios, que podés levantar las manos y adorar al Señor en libertad.

Eso tenés que agradecerlo, tenés que disfrutarlo, tenés que experimentarlo. “Y si, pero pastora, si yo tuviera un poco más de plata, un poquito”. ¡No! No lo vas a disfrutar, no te engañes, porque si no podés disfrutar hoy lo que tenés, tampoco lo vas a disfrutar mañana, lo vas a tener y vas a querer otra cosa, porque te encerraste en una cárcel de sufrimiento, y porque creés que tenés que sufrir, por eso es un engaño que te hacés cuando decís, «el día que…» te estás engañando, porque vos misma te encerraste en la cárcel de sufrimiento….

Pero hoy Dios quiere que avances, que te muevas, que camines, que lo hagas, que seas agradecida por cada cosa que has recibido, que la celebres, que vuelvas a activar tu fe, a darle órdenes a tu alma y a tu cuerpo, porque él ya te habilitó con las capacidades que te dio, y si te equivocas, dice el Señor que te va a tomar de la mano y por más torpe que seas te va a poner en el camino correcto y vas a lograr el sueño.

Por Alejandra Stamateas

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

2 Comentarios

  1. Tremendo tema, me encantó, me gusta mucho la fuerza que usa para expresarse, más claro echarle agua!!

    Me hacía falta una sacudida de éstas, gracias por todo los mensajes en esta página, hay un gran trabajo detrás, se nota la mano de nuestro Padre.

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