Parejas – LOS ROLES DE LA MUJER EN EL MATRIMONIO 2

Matrimonios Cristianos – Los Roles de la Mujer en el Matrimonio 2

 

Continuemos.

5. Se Desarrolla a sí Misma (Prov. 31:16-17).

El hogar no es tú cárcel. Busca desarrollar tus capacidades naturales y tus dones espirituales. No te comportes como una mujer sometida y anulada. Honra y respeta a tu esposo pero no te sometas a sus caprichos y exigencias. 

No sos “hija” de tu esposo. Tenés poder de decisión y capacidad para escoger lo mejor para tu familia, tu matrimonio y tu vida.

Administrá con sabiduría y libertad el dinero y ganate la confianza de tu esposo. No malgastes, no derroches, no compres por comprar.

 

6. Vive como una Mujer Bendecida (Prov. 31:18).

“Su lámpara no se apaga” significa que tiene energía física, emocional y espiritual. Es bendecida y bendice a los demás.

No está resentida por su rol de mujer, sino que se valoriza a sí misma.

Valora a su familia y a su hogar transformándolo en un lugar agradable.

Sin embargo, nos encontramos con mujeres agotadas, cansadas, sin fuerzas que no invierten correctamente su energía.

Algunas formas incorrectas de invertir la energía emocional son:

Quejas. Malhumorada y agria de carácter (Prov.19:13).

Dificultades emocionales. Algunas son ocasionales: posparto, etapa de niños pequeños, hijos adolescentes o menopausia.

Otras son permanentes expresadas en mal carácter, irresponsabilidades, abandono de sí misma, depresiones. Enfermedades constantes asociadas a su necesidad de autocompasión.

Críticas (Prov.12:4). Consume sus energías y hace huir al esposo.

Su marido huye físicamente, o huye a través de la indiferencia y del silencio.

Desesperación por cambiar al esposo. Se transforman en “el Espíritu Santo” del marido. Quieren hacer de él “un hombre mejor”, pero viven señalándoles sus errores, los descalifican, los rechazan y los tienen en menos. No hacen más que deteriorar totalmente su autoestima.

Venganza sexual. Usan la falta de vida sexual como instrumento de venganza, pero al mismo tiempo se perjudican a sí mismas.

Una mujer insatisfecha sexualmente es una mujer agria, malhumorada y odiosa.

 

7. Ministra a otros (Prov. 31:20).

Se extiende hacia los de afuera con un propósito de edificación y bendición.

 

8. Se Valora como mujer (Prov. 31:22, 30).

No tiene lástima de sí misma, ni se echa al abandono. Sabe cuidar su hermosura y elegancia femenina. Y no sólo invierte en lo exterior sino también en su belleza interior, en el cuidado y la hermosura de su vida espiritual (1º P. 3:3-4).

Vive ordenadamente las prioridades: Dios y la relación con él en primer lugar. En segundo lugar está su esposo, después sus hijos, y después la iglesia y sus ministerios.

 

9. Habla para bendecir (Prov. 31:26, Ef. 5:33).

Respeto significa “alabar”, “adorar”. Muestra devoción a su marido.

Lo elogia, habla bien de él. Lo alaba en privado y en público. 

 

Conclusión.

Hermana, si vos tenés un esposo que asume sus roles masculinos, que te ama, que te lidera para tu desarrollo personal y que es capaz de darse a sí mismo (y no únicamente darte cosas), ¡valorálo y cuidálo!.

Pero si no tenés un esposo así, pensá en él como alguien a quien completar y ministrar. Mirálo en perspectiva, como una tierra que debe ser trabajada, con sugerencias, con muchísima oración, con aliento y viéndolo como un instrumento formativo de Dios para tu propia vida.

Esto no significa tolerar abusos, falta de respeto o humillación. Esto no se lo podés permitir, ni a tu esposo ni a nadie. Sos una hija de Dios para bendecir y ser bendecida, no para ser despreciada.

Por Dr. Guillermo Donamaria

Adaptado por Edgardo Tosoni