cristo-responde-a-nuestra-necesidad-de-amorMatrimonios Cristianos – Cristo Responde a Nuestra Necesidad de Amor 3

 

Continuemos.

Desecharemos las que sean de menos importancia para nosotros y conservaremos las que estimamos más importantes. Por  último, cuando se alcanza el ápice del triángulo, hay espacio para una sola cosa. Platón pregunta: «¿Qué es lo único que usted conservará después de haber sacrificado todo lo demás?»

Si usted es cristiano, tendrá que responder: «¡Jesucris­to!» Ser cristiano no es sencillamente creer en Cristo. Es poder decir: «Esta cosa haré: haciendo a un lado todo me entregaré a Cristo; me aferraré a Él, aunque todo lo demás deba ser sacrificado».

Cada vez que se hace esa declaración de fe, los que no entienden la naturaleza del compromiso cristiano pre­guntarán: «¿Qué de su cónyuge?» Mi respuesta es que un cristiano siempre pone a Cristo en primer lugar. Eso es lo que significa ser cristiano. Por eso Jesús les dijo a sus discípulos: «El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí».

Para los que piensan que eso sea un requisito inmoral o injusto, sólo puedo decir que una persona será un mejor cónyuge si pone a Cristo en primer lugar. Los que han vivido fielmente la vida cristiana saben que una entrega a Cristo inevitablemente hace a una persona un mejor cónyuge. Si un esposo está entregado a Cristo y se está acercando a Él cada día más, y la esposa de igual manera está rendida a Cristo y se acerca a Él todos los días, entonces inevitable­mente se acercarán cada vez más el uno al otro. Si dos personas tienen la misma meta suprema en la vida y están comprometidas con la misma realidad suprema; si ambas dan la preeminencia a Cristo en sus vidas respectivamente y se acercan a Él, se unirán cada vez más.

Por esa razón la Biblia requiere que los cristianos se casen sólo con cristianos (2 Corin­tios 6:14). En la medida en que los cónyuges se acerquen a Cristo, la distancia entre los dos disminuye y ellos se acercan más y más el uno al otro.

Cuando el apóstol Pablo hizo esa amonestación, no pecaba de persona intolerante ni de mentalidad estre­cha. Sencillamente se basaba en la premisa de que el phileó nunca se desarrolla entre personas que no com­parten un compromiso común. Si una persona está com­prometida con Cristo y la otra no, no crecerán en phileó. En lugar de eso, se apartarán cada vez más. Por no compartir el mismo compromiso, se distanciarán más y más con el paso de los años. Cada uno se formará un estilo de vida distinto e individualista. Aunque pudieran haber estado relacionados románticamente, nunca desa­rrollarán la intimidad que se promete en phileó. Un filósofo contemporáneo describió así dicha relación: «A él le gustaba caminar solo. A ella le gustaba caminar sola. Se casaron y caminaron solos juntos».

Si cree que caminar solos juntos es imposible, mire alrededor de usted. Verá a muchísimas parejas caminan­do solas juntas. Verá innumerables matrimonios en los que la esposa tiene sus intereses y compromisos y el esposo los suyos que son completamente diferentes. Nunca disputan; nunca pelean. Es porque no tienen nada por lo cual discutir y pelear. Cada uno vive en un mundo diferente. Las personas que viven en mundos diferentes no tienen puntos de conflicto o de contención. Las dispu­tas no son necesariamente una señal de que un matrimo­nio tenga problemas. En realidad, los altercados ocurren a menudo entre personas que comparten metas y com­promisos comunes y que tienen los mismos intereses supremos. Su participación intensiva en la misma cosa inevitablemente produce fricción.

La ausencia de amor se caracteriza más a menudo por la indiferencia que por el conflicto. La indiferencia resul­ta cuando las personas no tienen el mismo compromiso o los mismos intereses. Si un matrimonio ha de tener phileó, entonces ambos cónyuges deberán orientarse hacia las mismas metas.

Respaldo firmemente la doctrina paulina de que el cristiano no se atreva a casarse con nadie que no com­parta su compromiso con Cristo. El cristiano tiene que casarse exclusivamente con otro creyente en Jesucristo.

A propósito, debo decirle que el hecho de que alguien pertenezca a la misma denominación que la suya, o a alguna otra denominación cristiana, no significa necesa­riamente que sea cristiano. Billy Graham sugiere correc­tamente que más de la mitad de los que actualmente son miembros de la iglesia nunca se han entregado a Cristo y no se justifica que sean llamados cristianos.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Es Viernes Pero el Domingo Viene”

Por Tony Campolo

Lee Cristo Responde a Nuestra Necesidad de Amor 4

Lee Cristo Responde a Nuestra Necesidad de Amor 5

Lee Cristo Responde a Nuestra Necesidad de Amor 6

Artículo anteriorParejas – Tony Campolo CRISTO RESPONDE A NUESTRA NECESIDAD DE AMOR 4
Artículo siguienteParejas – Tony Campolo CRISTO RESPONDE A NUESTRA NECESIDAD DE AMOR 2
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre