cristo-responde-a-nuestra-necesidad-de-amorMatrimonios Cristianos – Cristo Responde a Nuestra Necesidad de Amor 5

 

Continuemos.

Creo saber lo que quiso decir con eso. Cuando dos personas pasan toda una vida juntos en una entrega común a Cristo, cuando se aman con phileó, cuando comparten metas y propósitos comunes, quieren que el otro sea el que muera primero. Cada uno quiere que el otro no sufra el dolor y la agonía de enterrar a su cónyuge. Cada uno quiere que el otro sea protegido de la soledad que se produce al quedarse atrás. Es fácil entender por qué el anciano dijo: «Terminó como yo quería; ella murió primero.»

El anciano se apartó de la tumba y puso los brazos alrededor de sus dos hijos. Los acercó a él y dijo: — Podemos ir a casa ahora; podemos ir a casa. Ha sido un buen día.

Mis cínicas amigas guardaron silencio. Estaban visible­mente conmovidas por la historia. Aproveché su silencio y dije: «No es posible que ustedes y su romanticismo entiendan lo que pasaba entre esas dos personas durante 55 años. Quizás hasta hubieran juzgado su relación desprovista de sus expectativas de erotismo. Pero sospecho que esos dos ancianos tenían una profun­didad en su relación que hace a su romanticismo super­ficial por comparación».

Supe que había ganado. La discusión había terminado. Habían tenido un vistazo de phileó, la clase de amor que se desarrolla entre personas que comparten las mismas metas y propósitos en la vida, la clase de amor que hay entre personas que hacen una entrega común a Cristo. Y ellas reconocieron que era superior a erós.

El Señor nos invita a probar esa clase de relación, que hace que el romance, al que nuestra sociedad le hace tan exagerada propaganda, parezca superficial por compa­ración. ¿Por qué ha de conformarse cualquiera con el romance cuando hay la posibilidad de conocer el phileó?

Agape es la tercera clase de amor que los griegos describen. Agapé es tan extraordinario e irresistible que es difícil de definir. Quizás sólo los que se han rendido completamente a Dios pueden comprender el significa­do del amor agapé. Es un amor que Dios mismo genera en la vida de su pueblo. Cuando usted se rinda a Dios y ore para que el Espíritu Santo entre en su vida, comenzará a sentir esa tercera clase de amor. Cuando Dios toma posesión de su persona, cuando su Espíritu entra en su alma, se creará en usted un amor que no es posible conocer para los que resisten a Dios. Cuando uno se entrega al Espíritu de Dios, se percibe a ágape con todo su poder y gloria.

Agapé es amor creador de valores. Hace precioso el objeto de amor. Agapé no considera si la persona amada es atractiva o digna de amor. Al contrario, la persona pasa a ser atractiva y digna porque es amada. Para decirlo en lenguaje sencillo, si yo la amara porque sea preciosa y hermosa, eso es erós. Pero si es preciosa y hermosa porque yo la amo, eso es agapé.

Creo firmemente que Dios se expresa de una manera exclusiva en cada ser humano. Estoy convencido de que cada persona es una revelación especial de Dios. Por consiguiente, mi relación con mi esposa está condicio­nada por esa verdad. Encuentro a Dios revelado en ella de una manera extraordinaria. No hay otra persona en el tiempo y la historia que me pueda revelar a Dios de la manera especial que lo hace ella. Es como ninguna otra, porque ninguna otra me puede dar a Dios como ella. Así que mi esposa es infinitamente única para mí y su singu­laridad le permite amarme, y me permite amarla, de una manera que sería imposible si yo estuviera casado con otra persona.

Así es el amor agapé. El objeto de amor pudiera no valer. Pero se crea el valor en virtud de que se ama el objeto. El amor agapé es incondicional. No tiene que conquistarse. Se da aun cuando no se merezca, y de esa manera nos ama Dios y se supone que así debemos amarnos unos a otros.

Ese amor es agapé. Ese es el amor que mana aun cuando no es merecido. Dios lo ama cuando usted ha hecho bien. Se complace cuando usted ha realizado algo de valor. Pero las buenas nuevas son que Él lo ama aun cuando no haya hecho bien. Él lo ama aun cuando haya cometido errores. Lo ama cuando ha hecho cosas terribles. Lo ama aun cuando haya hecho lo más despreciable que se pueda imaginar.

A pesar de cualquier cosa que usted pueda haber hecho, Dios todavía lo ama. A pesar de lo que usted sea, Dios todavía lo ama. Ese es el agapé. El amor agapé, a diferen­cia de erós, es sumamente estable. Es un amor que nunca acaba, que nunca titubea o, para emplear las palabras del apóstol Pablo en 1 Corintios 13, «el amor nunca deja de ser».

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Es Viernes Pero el Domingo Viene”

Por Tony Campolo

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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