wp0026jk9Poesías Cristianas – Blanca Navidad

 

 

 

 

Vigilias de la noche,

Pastores, rebaños;

Frescura y rocío,

Oscuridad del campo.

El manto nocturno,

espeso y profundo,

serena las almas

aleja del mundo.

 

Belén  “Casa de Pan”,

pueblo hecho mundo.

Multitud y ruidos,

mujeres y niños,

hombres, locuras,

empellones y gritos.

Buscar algún sitio,

solo eso importa.

Descansar la noche,

soñar la mañana,

y seguir el camino,

el rumbo del destino.

 

Vigilias de la noche,

soledad y rocío.

Praderas inmensas,

 horizonte infinito.

 Rojos y amarillos,

destellos naranjas,

renacen y mueren,

ascienden, se apagan.

Y el fuego devora,

los leños, las horas.

 Aguardan los hombres

 el nacer del día,

 susurran palabras,

serenan sus vidas.

 

Belén “Casa de Pan”,

pueblo hecho mundo.

Tus puertas cerradas

no se abrirán.

Será un establo

el nacer, el descanso,

 la promesa y el llanto,

del niño esperado.

Nacimiento anunciado

 en los siglos pasados.

 

Vigilias de la noche,

misterio y roció.

¡De repente sucede

 y el orden se invierte!

¡Parece locura!

¡Es día la noche,

son luces las sombras!

Los hombres se espantan.

Arranca el corazón

latidos de temor.

-“No se atemoricen”-

el ángel proclama,

-“ha nacido hoy en

La ciudad de David

un Salvador,

el Cristo del Señor”.

 

Y una multitud de seres,

surgidos del infinito,

gloriosos, magníficos,

desgranan de sus labios

el mensaje divino:

-“Gloria a Dios en las

alturas, y en la tierra

paz, buena voluntad

para con los hombres”.

 

Cesa el resplandor,

invaden las sombras.

-“Vamos a Belén”-

los hombres murmuran.

-“Veamos lo sucedido,

lo que Él nos ha dicho”.

 

Vigilias de la noche,

ansiedad y rocío.

Pastores, anhelos,

un pesebre, silencios.

Y el llanto que anuncia

el fin del sendero.

Finos hilos de oro

aquel lecho de paja,

llora el niño su llanto.

Los hombres alaban

al Dios encarnado.

 

Navidad blanca.

Santidad, pecados.

Ángeles y hombres,

alabanzas y llantos.

Espíritu y carne,

esperanza, desencantos.

Dios, Dios y los hombres

unidos en el Cristo,

el niño anunciado.

El niño nacido

para aquella cruz,

tormento y castigo.

 Sonríe el pequeño

sonrisas de niño.

Sus ojos se cierran,

el sueño ha vencido.

Placido y sereno

descansa el pequeño.

 

Belén “Casa de Pan”.

Mundo, universo.

Cielo, oscuridad.

¡El niño ha nacido,

blanca navidad!

 

Por Edgardo Tosoni

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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