Poesías Cristianas – Serás Por Siempre
Se oyeron las campanas.
Sonidos de muerte anunciando
que su fin había llegado.
Vientos ardientes susurraron
pesadez, nostalgia y cantos.
Campanas, hombres necios,
y una muerte que han proclamado.
Sus intelectos la molieron,
sin penetrar su vasto cielo.
Abandonaron los recintos.
Soberbios marcharon al sitio
de los muertos. Polvo en los pies,
premura, muerte y desprecio.
Sonríen. Avanza el féretro.
Lápida, acuñaras el rezo:
“Aquí yacerá por los siglos
quien presumió mostrar al Eterno”
No hay palabras. No hay Dios. ¡No hay cielo!
Abran la fosa y el féretro
lean el epitafio a su muerto.
¡Espanto! ¡¿Dónde esta el cadáver?!
¡Locura! ¿Quién? ¡¿Quién lo robo?!
Enmudecen las campanas
Polvo, soberbias y dolor.
Multitud, derrota, lamentos.
Escuchen hombres necios: ¡Vive!
¡La eterna Palabra no hay muerto!
Un recordatorio de que la Palabra que sale de la boca de Dios, es, fue y será porque su Autor es eterno. Escrita en 1994.
Por Edgardo Tosoni