Pensamientos – Satanás lo Acechó
Pasaje clave: Hebreos 4:15.
Usted y yo sabemos lo que es soportar un momento de tentación o una hora de tentación, e incluso un día. Pero, ¿cuarenta días? Eso fue lo que Jesús enfrentó. «Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo» (Lc.4:1-2).
Podemos imaginarnos la tentación en el desierto como tres eventos aislados en un lapso de cuarenta días. Ojalá hubiera sido así. En realidad la tentación de Jesús fue incesante; «por cuarenta días, y era tentado por el diablo». Satanás atrapó a Jesús como una camisa y no quería soltarlo. A cada paso le susurraba al oído. En cada recodo del sendero le sembraba duda.
¿Sufrió Jesús el impacto del diablo? Evidentemente que sí. Lucas no dice que Satanás trató de tentar a Jesús. No, el pasaje es claro: «era tentado por el diablo». Jesús fue tentado, fue probado. ¿Tentado a cambiar de lados? ¿Tentado a irse a casa? ¿Tentado a conformarse con un reino en la tierra? No lo sé, pero sí sé que fue tentado. Una guerra rugía en su interior. La tensión atacaba por fuera.
Como Jesús, somos tentados. Como Jesús, se nos acusa. Pero a diferencia de Jesús, nos damos por vencidos. Nos rendimos. Nos sentamos. ¿Cómo pueden nuestros corazones tener la resistencia que Jesús tuvo?
Enfocando lo que Jesús enfocó: «por el gozo que le esperaba» (Hb.12:2). El alzó sus ojos más allá del horizonte y vio la mesa. Enfocó el banquete. Lo que vio le dio fuerza para terminar, y terminar con fuerza.
Tales momentos nos aguardan. En una hora que no tiene fin descansaremos. Rodeados de santos y de Jesús mismo, el trabajo, a la verdad, habrá concluido. La cosecha final será recogida, nos sentaremos, y Cristo bendecirá la comida con estas palabras: «Hiciste bien, siervo bueno y fiel» (Mt 25:23).
Extracto del libro “3:16 Los16 Los Números de la Esperanza”
Por Max Lucado