Sanidad Interior – Del Perfeccionismo a la Excelencia 1

 

Pasaje clave: Mateo 21:22, Juan 15:7.

 

La excelencia es el camino que Dios quiere para nuestra vida.

El siguiente cuestionario es para determinar si somos perfeccionistas. Marcar SI o NO según corresponda.

  • 1. Cuando empiezo una cosa, ¿me preocupa equivocarme?
  • 2. ¿Tengo metas muy elevadas, difíciles de alcanzar?
  • 3. ¿Intento evitar a toda costa la desaprobación de los demás?
  • 4. Cuando hago algo, ¿no me puedo relajar hasta que no esté per­fecto?
  • 5. ¿Siento que aun haciendo las cosas lo mejor posible no es sufi­ciente para los demás?
  • 6. Si cometo un error, ¿siento que todo se estropea?
  • 7. ¿Sé qué tipo de persona debería ser, pero siento que nunca lo consigo?
  • 8. De niño, aun cuando hacía las cosas bien, ¿sentía que no alcan­zaba a complacer a mis padres?
  • 9. Cuándo consigo mis metas, ¿me siento insatisfecho?
  • 10. ¿Me siento culpable o avergonzado, si no hago las cosas perfectamente?

Si más de tres preguntas recibieron un SI como respuesta, entonces sos perfeccionista. Pero, no te preocupes, hoy vas a salir de las garras del perfeccionismo para entrar en la excelencia.

 

1. El Perfeccionismo Nunca Llega a la Excelencia.

La exigencia nunca te lleva a la excelencia. Por un lado, la excelencia es el camino que Dios quiere para nuestra vida el cual nos trae satisfacciones y felicidad. Es por eso que la persona perfeccionista o exigida siempre está insatisfecha con lo que hace. Siempre siente que, aunque hizo las cosas bien, podría haberlas hecho mu­cho mejor. Como resultado, las personas perfeccionistas se vuelven lentas ya que necesitan revisar un montón de veces lo que hacen y siempre sienten que falta para que esté perfecto.

Las personas perfeccionistas son críticas consigo mismas y con los demás. Por eso la gran mayoría de los depresivos -dicen los psicólogos- son personas perfeccionistas. Asocian su autoestima con sus logros: si logran algo, se sienten bien y si no lo alcanzan, se sienten mal. De este modo, su autoestima está asociada a la capacidad de hacer cosas.

Por lo general, el perfeccionista tiene metas ilógicas. Quiere bajar veinte kilos en una semana; una mujer de sesenta años quiere tener el cuerpo de cuando tenía quince; se ponen un plazo de tiempo que es imposible de alcanzar y se frustran.

 

2. El Fruto del Espíritu.

En Juan 15, Jesús cuenta, minutos antes de morir, una historia y dice: «Yo soy la vid, y vosotros los pámpanos; si permanecen en mí y mis palabras en ustedes van a tener FRUTO. Y el que tiene fruto, mi padre lo va a podar para que tenga más fruto. Y el que tiene más fruto, lo va a podar para que tenga mucho fruto».

Como vemos, Jesús dice que vamos a tener: fruto, luego más fruto y después mucho fruto. ¿Qué es el fruto? El fruto significa dos cosas: el carácter y tener resultados.

El carácter armonioso es el «fruto del espíritu». Dios va a trabajar en tu vida para que tengas un carácter armonioso, un carácter maduro. Carácter, más carácter, mucho carácter. Para ello, trabajará en la Ley de la Progresión para que aumente tu carácter de madurez. ¿Por qué es tan importante esto? ¿Por qué Jesús dijo «Necesito que tengan carácter, más carácter y mucho carácter?» Porque muchas cosas de nuestra vida las hemos perdido por problemas en nuestro carácter. Entonces, quizás perdiste tu trabajo, pero antes perdiste la puntualidad. Perdiste a tu esposa, pero antes perdis­te la comunicación con ella. Perdiste a tus hijos por la droga, pero antes perdiste la comunicación con ellos. Perdiste a tu esposo, pero antes lo perdiste a él. Perdiste tus clientes, pero antes perdiste el buen trato para con ellos.

Entonces, antes de pedirle a Dios que te devuelva lo que perdiste, andá a la raíz de tu problema de carácter, que es lo primero que perdiste. Por eso Jesús dice: «Para que mantengas la bendición, necesito que tengas carácter, más carác­ter y mucho carácter». Dicho de otro modo, la raíz de muchas pérdidas es la pér­dida de mi carácter.

Jesús dijo que El vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. ¿Qué es lo que se había perdido? Tu carácter maduro. Dios va a trabajar en tu vida para que tengas madurez, más madurez y mucha madurez. Dios me promete un carácter maduro, lleno de armonía.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Emociones Lastimadas”

Por Bernardo Stamateas

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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