Sanidad Interior – El Fracaso No Existe 3
Continuemos.
3. La Sabiduría va a Hacer que te Alejes de tu Pasado.
No hay nada en tu pasado que te sirva hoy. Cada vez que quieras lograr un éxito espiritual hoy, tu pasado vendrá a buscarte. El diablo activará algo de tu pasado. Tenés que ser sabio ¡no tenés nada que hacer con nadie del pasado! Cuando tengas una duda, ¡nunca le preguntes al que está corriendo detrás tuyo! Mejor pregúntale al que está corriendo delante tuyo, pues ha logrado más, ha avanzado más. Ese tiene que ser tu mentor. No hay nada en tu pasado que te sirva para tu hoy.
4. La Sabiduría hará que Abras tu Cabeza. ¡No te Cierres!
El Fracaso te da sabiduría para abrir tu corazón y tu cabeza. Porque el hombre tiende a encerrarse. Y cada vez que te metas en la cueva, Dios no entrará a buscarte; se parará afuera y te dirá: «Sal de tu cueva, yo no me voy a meter adentro, ¡he venido a sacarte! Porque en Dios siempre hay nuevas oportunidades. Nunca es tarde para volver a empezar con Dios.
¡Hay sabiduría de Dios en tu corazón! este año serás vencedor, todo lo que hagas te saldrá bien. Dios camina con vos, sos hijo del rey, y él te ha contratado para su viña. El fracaso te va a dar sabiduría para alejarte de lo malo y abrazar lo nuevo. El fracaso no existe, porque los últimos en Dios, son los primeros.
Dios te va a hacer número uno en algo; te va a hacer sobresalir en algo. Dice la Biblia que Dios escogió a lo vil, a lo menospreciado, a la samaritana que se acostó con cinco hombres, a la pecadora. Dios eligió lo que no es para avergonzar a los que creen que son algo. Dios hará a las personas de la última hora, primeras en algo.
Cuando Dios te contrate va a hacer que entiendas que ya no tenés que ganarte Su amor. Dios no te va a premiar por tu esfuerzo, sino porque Él es bueno. Por eso te llamó a última hora y te pagó bien, porque no es por tu esfuerzo, sino por Su gracia, por Su amor.
Entendé que tenés un Papá bueno, amoroso; que no te mandó el fracaso, ni la crisis… que está para levantarte de ahí, y decirte: «Trabaja para mí, yo te voy a pagar bien; pero no trates de ganar mi amor, porque mi amor no es un premio que doy al final del día, sino que es algo que YO te doy hagas lo que hagas, siempre te trataré bien».
5. La Obediencia es Silenciosa.
Volviendo al pasaje de Mateo 20:1-1 anterior1 anterior, el padre les dijo: «Vengan a trabajar.» Los hombres de las cinco de la tarde obedecieron; no dijeron: «Pero Señor, es tarde ahora, ¿no querés que empecemos mañana?…» No, ellos obedecieron y nadie se enteró. La obediencia es silenciosa… pero la victoria es ruidosa, porque cuando recibieron el pago se enteró todo el mundo. Tal vez estés pasando desapercibido porque estás en la etapa de la obediencia; pero va a haber un momento donde Dios te recompensará y se enterarán todos los tuyos. La gracia y el amor de Dios son para tu vida.
Los problemas no te hunden ni te levantan, solo revelan lo que hay dentro tuyo. Los problemas te harán crecer, porque has sido contratado por un Dios que nunca ha perdido una batalla. Estás trabajando para el Campeón.
Dios trae un contrato y te dice: «…Aquí está… yo pago bien… porque no pago conforme a tu esfuerzo sino conforme a mi gracia… Soy el mejor jefe que puedas tener… vas a trabajar para mí: invitarás gente, la discipularás, acomodarás los bancos, limpiarás los baños, ayudarás al pobre, acompañarás al que está enfermo, orarás por alguien… ¡ese es tu trabajo! y nunca más te sentirás vacío.» Trabajar para Dios es lo único que va a llenar tu espíritu.
(CONTINÚA…)
Extracto del libro “Emociones Lastimadas”
Por Bernardo Stamateas