Sanidad Interior – El Fracaso No Existe 5
Continuemos.
La vida cristiana es una experiencia con Dios, no un estudio de Dios. Esto no significa que no haya que estudiar, pero podemos tener la salvación y nunca experimentarla. Podemos saber qué es el gozo y nunca experimentarlo; podemos conocer a Dios a través de revelación que nos transmiten, pero debemos vivenciarlo. En otras palabras, el problema de muchos cristianos es que no tienen experiencia con Dios. No han experimentado el amor del Padre, el poder del Espíritu Santo y la compañía de Jesucristo.
Para entrar a tu tierra prometida, no tenés que mirar lo que necesitas sino la presencia de Dios. Cuando ores, decí: «Señor, necesito dinero, bendición familiar, mi tierra prometida; pero no estoy mirando eso, estoy mirando tu Presencia». Porque cuando te unís a los cielos, desde los cielos se ordena tu desorden en la tierra.
Hoy Dios te habla y te dice: «No quiero que mires lo que estás anhelando, quiero que mires mi presencia, que me abraces y tengas una experiencia una experiencia conmigo».
Cuando te conectes con tu fuente de energía que es experimentar la presencia del Señor, todas las otras corrientes no te servirán: esa corriente es gratuita y alcanza para todo el mundo. Recordá que aquel que coloca su espíritu en el Espíritu de Dios, ha tenido una experiencia. Te garantizo que si en tu principio está Dios, todo lo desordenado volverá a ordenarse, porque en Dios nunca es tarde.
B. El Rechazo.
Los hombres de la parábola en Mateo 20:1-16 estuvieron16 estuvieron hasta la 5 de5 de la tarde. Cuando se hicieron las doce del mediodía, podrían haber dicho: «Vamos a casa, estamos cansados». Pero no. Ellos se quedaron, algo en su espíritu hizo que se quedaran hasta la undécima hora, hasta el horario menos pensado de contratar.
Si Dios puso algo en tu corazón, nunca aceptes el rechazo como algo definitivo. Estos hombres experimentaron el rechazo a las 6, a las 9, a las 12… pero persistieron. Entonces, si fuiste a buscar trabajo y te rechazaron, pensá: antes de ir a ese trabajo no tenías nada, y después de ir tampoco. Es decir, no perdiste nada. Esto significa que el rechazo no te hace perder nada, estás igual que antes.
Tu lema tiene que ser: «La próxima vez». Seguí adelante, que si Dios te dio una promesa, no importa cuántas veces te dijeron NO, alguien te dirá SI. Tenés que rechazar el rechazo. Alguien en algún momento me dirá que SI.
Para rechazar el rechazo, dejá de poner excusas, por ejemplo: vivo lejos, no tengo plata, soy paranoica, soy obsesivo, me siento víctima, quiero convencer a los demás… La gente de Dios va a matar las excusas porque dice: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece y rechazo el No». Entonces ese sueño que Dios te dio el cual todo el mundo te dijo que no ibas a lograr, vas a ir con el espíritu de fe, y dirás: «Si Dios me lo prometió, me lo va a dar». Un «si» alcanza para ver tu sueño concretado.
C. Nunca Tires a la Basura los Proyectos que Dios te ha Dado.
Nunca inicies tu principio buscando en tu pasado. Dios no hace tu presente con los retazos del pasado. Nadie pone vino nuevo en odres viejos, porque el vino fermenta, se rompe el odre y así se va la unción. Además, no hay nada en tu pasado que hoy te sirva. Levántate con lo nuevo de Dios.
Por ejemplo, Josué no se aferró al pasado. Vio a su mentor caer en pecado y no entrar a la tierra por golpear la peña. Pero dijo: «No importa que se caiga Moisés, que caiga quien se caiga, yo voy a caminar hacia el propósito de Dios; lo que fue bueno en mi pasado, no me servirá en mi presente».
Para los visionarios, los que no viven de antiguos títulos, los que no viven de recuerdos de iglesias viejas, los que caminan en las novedades de la vida, dicen: «Hay cosas nuevas de Dios para mi vida, estoy abierto señor, ¡derrama pan fresco para mí!».
(CONTINÚA…)
Extracto del libro “Emociones Lastimadas”
Por Bernardo Stamateas