Continuemos.

4. Remedios supersticiosos.

El terreno más apto para que el enemigo haga de las suyas es el de la enfermedad. Cualquier parapsicólogo o brujo maneja las siguientes herramientas de diagnóstico:

  • El maleficio: piensa que los brujos por artes mágicas enferman. «Alguien te hizo un mal».
  • El mal de ojo: ojeado, llorando, etc.
  • Fluidos malos: vibraciones del magnetismo animal.
  • Influencias planetarias: cada planeta enferma de una forma.
  • Espíritus maléficos.
  • Ley del karma: el sufrimiento es un castigo por las liberaciones de otras personas y así podríamos seguir al infinito.

5. Oraciones supersticiosas.

Cada «médico» tiene su propio recetario. ¿De qué otra forma puede ser des­atado o provocado el mal? ¿Y el bien? Mediante un conjuro o una oración mágica. El objeto de devoción y finalidad de estas oraciones pueden ser el Sol, la Luna, San José, San Cayetano, un objeto, etc. Sabemos que detrás de estos personajes se encuentran espíritus inmundos prontos para actuar cuando se los llama.

En un reciente libro de un destacado parapsicólogo y psicólogo se sugiere ia siguiente oración al «sello de Pitágoras» el cual aparece dibujado al final del libro. Este sello, decía el autor, puede convertirse en un resonador de dinero. Debe estar colocado en un lugar que no sea visto tal como un cajón, colocándole 18 monedas brasileñas (si es posible) alrededor y se le debe orar cada día al sello pidiéndole con fe a través de las siguientes palabras: «Oh sello energético, multiplíquense tus monedas, tráeme dinero, mis propó­sitos son buenos y altruistas, hagan nuestra voluntad».

Así, sugiere este autor que, para entrevistas de negocios, trabajos, etc., se debe llevar el sello siempre a escondidas. Los ejemplos podrían llenar muchas páginas. La finalidad de estas oraciones mágicas es mover las fuerzas de la naturaleza, de «Dios» o quien sea con el fin de traer paz, salud, dinero, prosperidad, etc. Es interesante notar que todas estas oraciones deben ser cumplidas exac­tamente, ya que si no, pierden su poder; deben ser realizadas tal día, tal hora y de tal forma. Es aquí donde se encuentra la obsesión y el rito.

Jesús rompe con estos modelos supersticiosos en todo sentido. Su ense­ñanza respecto de la oración y la vida cristiana rompen todo modelo obsesivo y mágico.

6. Los profesionales de la superstición.

Entre muchos, tenemos que como los más «respetados» a nivel popular son:

EL BRUJO: Siguiendo el libro de San Cipriano, éste se dedica a explicar los daños cometidos hacia el consultante y cómo, mediante un amuleto, oraciones, etc., puede librarse de tan funestas molestias de! mal. Muchos directamente invocan a Satanás en ayuda.

EL CURANDERO: Este resuelve problemas emocionales, sentimentales, laborales, etc. Da yuyos, oraciones, talismanes y todo lo avala con su firma y su experiencia.

EL PARAPSICÓLOGO: Puede ser doctor o licenciado, un «experto»; de dónde salen esos títulos mejor ni hablar. Se han organizado y tienen sus colegios e instituto «científico». Se dedican a investigar y resolver fenómenos del «más allá», como videncia, telepatía, posesiones, etc. Hay invocación de muertos, hidromancia (adivinación por el agua), ornitomancia (adivinación por los pájaros), quiromancia (adivina­ción por las manos) y demás yerbas.

EL ASTRÓLOGO: De todas las prácticas supersticiosas, ésta es la que vive todavía, a pesar de tantos años de «servicio».

Kurt Koch cuenta en su libro “El Diccionario del Diablo” sobre un psicólogo francés que realizó su tesis doctoral sobre la «Psicología de la superstición» y puso un aviso en el diario ofreciendo el horóscopo a quien lo solicitase. Confeccionó uno él solo y lo envió a cada solicitante. Fue así que llovieron cartas de agradecimiento por la exactitud y cumplimiento de lo predicho. Así terminó su tesis doctoral y pudo costearla con el dinero obtenido.

Extracto del libro Ocultismo y Sanidad Interior

Por Bernardo Stamateas

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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