Es importante romper o quemar dichos objetos y mediante una oración cortar toda atadura o poder espiritual que el mismo haya traído sobre la vida o el hogar de quien lo posee. Dice 2º R.18:4: “EI quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustan».
La palabra Nehustan significa «serpiente de bronce». Según algunos autores se le rendían culto en el templo de Salomón y los israelitas quemaban incienso ante ella. El objeto, entonces, posee una carga no por el objeto en sí sino por la «atracción» espiritual que se le ha asignado. Por esto es importante destruirlos, y no solamente esto sino también ROMPER el pacto o la atadura espiritual que se ha montado sobre el objeto. Ahora bien, uno de los aspectos importantes a aclarar es que quemar o romper es una decisión que sólo puede tomar QUIEN ES DUEÑO DEL 0BJETO. Nos han contado en más de una oportunidad que creyentes «tiraron» estampitas de sus esposos, o hijos y de otros familiares creando así un verdadero caos y discusiones por esta actitud. Esto no debe suceder; no podemos tirar nada que no nos pertenezca; lo único que podemos hacer, además de advertirles lo que significa poseer estos objetos, es orar para que Dios ilumine sus mentes.
Es interesante lo que dice el Dr. Neil Anderson cuando señala que el diablo no entra a nuestras vidas desfilando y acompañado de una banda musical. Él entra sutilmente como gusano cuando nosotros y nuestros hijos le damos oportunidad. Satanás trabaja con espíritus engañadores (1º Ti.4:1), por esto, hoy más que nunca, todo creyente debe tomar la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios (Jn.8:32, Jn.17:15, 17).
Cuando la verdad entra en la mentira, la mentira muere; no hay poder que resista la verdad; aun la mentira más cruel es quebrantada frente a la poderosa verdad; la mentira aprisiona, sólo la verdad de Dios deja libre. Podemos quemar todos los libros de ocultismo, todas las estatuas que dan honra al enemigo, destruir las mentiras del control mental, etc., pero si la verdad no crece en nosotros, si la verdad de Dios no se encama en nosotros, de nada sirve; hemos caído también en una práctica mágica. No es el fuego el que destruye el poder espiritual de un objeto, es ¡a verdad de Cristo; es el mismo Cristo que quema la mentira y siembra su verdad.
Esas imágenes tienen poderes espirituales tras ellas. Ese ídolo puede representar a quien los aztecas ofrecían en sacrificios a sus niños, puede tener imágenes de orgías sexuales, etc.
Se nos manda a estar firmes, a resistir al diablo, a vestirnos de la armadura de Dios, a no darle lugar, a llevar todo pensamiento cautivo a la obediencia de Cristo, a velar y orar. Ahora bien, esto no nos debe llevar a la paranoia, ya que el enemigo se «viste como ángel de luz” y se esconde sutilmente. Muchos hermanos inmediatamente al escuchar lo que aquí hemos escrito empiezan a preguntar si un «perrito de porcelana que le regalaron» o «si es peligroso tener una flauta de adorno…».
Extracto del libro Ocultismo y Sanidad Interior
Por Bernardo Stamateas
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