TribulaciónPredicaciones Cristianas – 4 Formas de Estar Perdido 2

 

Pasaje clave: Lucas 15.

 

Mostramos en los devocionales anteriores las 2 primeras formas de estar perdido. Veamos la tercera:

3. Como el Hijo Pródigo. (Lc.15:11-24).

Representa al rebelde e independiente.

Se fué porque quiso. Veamos que el padre no le impidió irse, se lo permitió.

«Viviendo perdidamente». Aquel que se aparta por rebelde, casi seguro se vuelca al pecado.

La rebelión es la actitud madre de los demás pecados. Pero no ocurre así con el que se aparta como una oveja que no se dedica a pecar.

Ambos tienen diferente corazón. Hasta podríamos decir que al rebelde apartado le va «bien» por un tiempo. Experimenta una especie de «luna de miel» con sus pecados.

En cambio, la oveja perdida vive triste y dolida. No encuentra ningún motivo de gozo o satisfacción, ni aunque sea en forma ficticia y pasajera como ocurre con el pródigo.

«Vino una gran hambre». El rebelde pecador tarde o temprano paga las consecuencias de su mala actitud. Al final experimenta una gran desilusión.

Al principio era autosuficiente, se sentía fuerte y que dominaba la situación.

«Comer las algarrobas de los cerdos». No solo deseaba comer el alimento de un animal, sino del animal más inmundo para lo de su propia raza.

El cerdo para un judío era el animal más despreciado, esto demuestra que al final el rebelde queda en un estado miserable, y experimenta una terrible humillación.

«Volviendo en sí». El rebelde solo puede reaccionar cuando experimenta un intenso sufrimiento, Dios lo quebranta para que despierte y reflexione.

«He pecado contra el cielo y contra ti». Esto es lo rescatable del pródigo: el humillarse y arrepentirse.  

Si bien la rebelión es algo terrible, hay que destacar que el reconocer la propia culpabilidad y miseria es algo muy loable en una persona. Es una actitud que pocos tienen.

Muchos persisten en la rebelión, pasa el tiempo y se van endureciendo.

«Hazme como a uno de tus jornaleros». El verdadero arrepentido no vuelve con pretensiones ni pone condicionamientos. Viene totalmente entregado.

Hay algunos que para volver ponen condiciones: exigen que se tomen tales medidas en la congregación, piden la cabeza de algún líder, etc.

«Lo vio su padre». Demuestra el amor eterno de Dios por lo suyos. Aunque el hijo se rebeló y pecó el padre igual lo esperaba. Dios es el PADRE EXPECTANTE.

Dice que lo vió de lejos, es que todos lo días esperaba su regreso.

Pero debemos aclarar que a este tipo de perdidos no hay que irlos a buscar, debemos esperar que vuelvan solos.

«Le besó… hagamos fiesta». El Padre actuó así porque vio su profundo arrepentimiento, porque volvió con la actitud correcta.

Pero no debemos tener esta actitud con personas que permanecen en su rebelión (Pr. 26:1).

«Comenzaron a regocijarse». La restauración debe ser más grande que la falta.

Esto revela que el Señor está  más interesado en nuestra restauración que en nuestra condenación.

Es necesario que el pastor sepa brindar una adecuada restauración  a quienes vuelven.

«Era muerto… se había perdido» (vs.32). Tales expresiones son aplicadas a los inconversos, esta es una solemne advertencia. ¿Qué hubiese pasado si el pródigo moría en esa condición?

(CONTINÚA…)

Por Víctor Rodríguez

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