pensamientos-bendecidosPredicaciones Cristianas – Pensamiento Bendecidos y Pensamientos Maldecidos 6

 

Continuemos.

Voy a soltar algo bien bueno. Padre nuestro que estás en los cielos….el pan nuestro de cada día dámelo hoy. ¿De quién es el pan? Nuestro. ¿Por qué nuestro? Porque somos sus hijos. ¿Quién lo tiene? Él, pero ¿de quién es? mío. Y yo se lo pido porque soy su hijo. ¿De cuántos días? de todos los días…

El Señor no dice: Padre dame la comida de hoy, hoy. Lo que está diciendo es dame la de todos los días de mi vida, dámelo hoy. Cuando mañana vayas a tu trabajo vas a decir: dame los clientes de todo el dos mil nueve, dámelos hoy. Porque Dios te va a romper el cerebro y te va a dar lo que antes tardaba una semana, te lo va a dar hoy, lo que antes ganabas en un año, lo vas a ganar hoy.

No somos esclavos, somos hijos, él es Papá entonces vas a orar: “Señor, la paz de todos los días de mi vida dámela hoy, dáme la alegría de todos los días de mi vida, dámela hoy y al otro día otra vez, porque yo no quiero ser feliz hoy, por el hoy, yo quiero ser feliz hoy como si fuese toda la felicidad junta de todos los días de mi vida. ¡Gloria a Dios!

Cuando Dios te de un sueño, nunca le preguntes a la plata si podés o no, ¿puedo o no puedo? porque entonces sos sirviente del dinero, y vos le tenés que preguntar a Dios y Dios te va a decir ¡claro que podés! Y entonces le vas a ordenar al dinero que venga a tu vida, es así cuando entonces sos rey del dinero y el dinero te obedece, porque somos hijos, no somos esclavos.

Nunca le preguntes a las cosas, nunca digas: ¿Tendré el mueble nuevo? no le preguntes a los muebles, no le preguntes a tu familia, no le preguntes a tu sueldo. Pastor ¿cómo voy a tener cosas nuevas si el sueldo no me alcanza? Ese es tu problema, le preguntás a tu sueldo, preguntale a Papá porque si le preguntás a tu sueldo sos esclavo del sueldo, pero si le preguntás a Papá, hijo del Rey serás.

El pan nuestro de cada día dámelo hoy… ¿cuántos días?, cada día, vos te imaginás cincuenta días de alegría todos juntos hoy ¿cómo estaríamos? ¿a cuántos les ha pasado que en una reunión enloquecieron? yo el domingo pasado en el último culto me agarró tanta alegría que salí de acá y me pegué una vuelta corriendo todo el templo y llegué acá y estaba todo transpirado y cuando miré dije: No puede ser que haya hecho eso…, después no podía mover un dedo, pero me vino tanta alegría junta que enloquecí, preparate para enloquecer porque Dios no nos va a dar lo de hoy, hoy, Dios nos va a dar lo de muchos días hoy, lo de un mes, hoy.

David decía: «Temprano te buscaré» ¿por qué temprano? porque si vos orás a las diez de la noche y le decís: El pan mío de todos los días dámelo hoy, Dios te va a bendecir dos horas pero si vos se lo pedís a las seis de la mañana ¿Cuántos se acuestan después de las doce? Acostate después de las doce y dos minutos, arrancá el día allí y decile: El pan de cada día y Dios te va a dar veinticuatro horas de bendición.

Cuanto más temprano lo busquemos más bendición del cielo va a haber. Acá somos hijos, no hay más gente maldecida vamos a alabarle.

¿Sabés cómo termina el partido? Las naciones llevan la gloria al Señor, a mí me enseñaron que pocos se iban a convertir, hasta que me cambió la cabeza el Señor y me dijo: vas a ganar naciones completas, el partido lo ganamos los hijos del rey. El profeta Daniel le interpretó el sueño al gobernador y éste lo puso por sobre todo, porque Daniel tenía mente de hijo, no mente maldecida, así que se vienen cosas grandes, vamos a hablar grande, vamos a soñar grande, vamos a esperar grande, vamos a hablar fe, y a los que no les llegaba la bendición, tranquilo está viniendo con otras, encadenada. Amén.

Pablo decía: No habéis recibido espíritu de esclavitud para estar en legalismo, has recibido el espíritu de hijos, que dice Abba Papito, somos hijos de Papá, y si tus papás te abandonaron, ahora tenés uno mejor. Mi pueblo será bendecido salvajemente y vendrán del gobierno, de los hospitales, policía, a pedir socorro y como el profeta Daniel interpretó los sueños y llevó palabra a la tierra, así establecerás mi reino del cielo a la tierra y mi fiesta se establecerá y nunca más se callará mi voz y nunca más se apagará la música de fiesta que ya ha comenzado con ustedes. Padre yo sello esta palabra y declaro éxito rotundo y salvaje, todo lo que hagamos nos saldrá bien, Amén.

Por Bernardo Stamateas

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