Predicaciones Cristianas – La Fe Que Obra Milagros 4

 

Continuemos.

Leamos Santiago 2:26, 2º Co.4:13 y Ro.12:3. Sin fe es imposible agradar a Dios. La Biblia dice que tenemos que vivir por fe; tenemos que caminar por fe; y en realidad es una batalla, tenemos que pelear la buena batalla de la fe.

Además, la Biblia dice que nuestra fe puede crecer. Dice en Tesalonicenses: «Su fe va creciendo en exceso». Eso es lo que deseo que ésta congregación haga: quiero que dejen que su fe empiece a crecer; quiero que la gente en la televisión dejen que su fe empiece a crecer.

¡Queremos crecer en nuestra fe! La Biblia dice, «Para los hombres esto es imposible; pero no para Dios, más para Dios todo es posible» (Mt.19:26). Y Jesús mismo dijo: «Si puedes creer, al que cree todo le es posible», ¡Todo! (Mr.9:23)

¿Pero, notó que el texto dice, «Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta»?

La Biblia dice de la fe que hay un espíritu de fe. La Biblia dice: «Pero teniendo el mismo espíritu de fe, creí por lo cual hablé”. ¡Nosotros también creemos por lo cual también hablamos»! Entonces el espíritu de la fe está en nuestra boca. El espíritu de fe está en nuestras palabras. El espíritu de la fe está en nuestro lenguaje.

Vea, hasta que no cambiemos lo que decimos y como lo decimos, nunca tendremos una fe viva que funcione. La fe está en nuestra boca. Tenemos el espíritu de la fe. ¿Qué es lo que hace que su fe cambie de muerta a viva? Usted manifiesta su fe con sus palabras. Fe es oír las promesas de Dios, creer las promesas de Dios, ser persuadidos por las promesas de Dios, actuar como si las promesas de Dios fuesen verdad, y luego hablar como si Dios nos hubiera dicho la verdad.

Si usted no habla, ¡usted no tendrá una fe viva! Su forma de hablar dará vida de resurrección a su fe. No diga lo que el diablo dice. Diga lo que Dios dice en la Biblia. Dios dice: «yo creo el fruto de tus labios» (Is.57:19).

Dios dijo: «Hagamos al hombre». Dios acababa de hablar las palabras que crearon el mundo. Él dijo: «Sea la luz y la luz fue». Sea y fue, sea y fue, sea y fue. Él decía: yo estoy creando con palabras. Él no dijo: Hagamos al hombre como a un mono. Hagamos al hombre como un perro o un gato. ¡No! Hagamos al hombre, y lo hacemos como nosotros. Para que tenga dominio. Y escuche, «para que sea Señor sobre todo lo que vive en la tierra». Ese es el sueño de Dios. Ese es el sueño de Dios.

Pero no hubiera pasado nada si Dios no hubiera hablado. Él dijo «Así será mi palabra que sale de mi boca»; que sale de mi boca. Dios dijo, si no sale de mi boca, nada sucederá. «Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envíe».

Pues Dios les está diciendo: los he creado a mi imagen. No estoy hablando de La Nueva Era. No estoy hablando de Ciencia Cristiana y el poder de la mente sobre las cosas. No estoy hablando nada de eso. Yo estoy hablando de fe bíblica. Estamos dependiendo de Dios y la razón por la cual nuestras palabras son fuertes y poderosas, es porque son las palabras de Dios.

Y Dios dijo: Hagamos al hombre para que señoree sobre todo lo que vive. Pero ¿qué clase de Dios dice esto? El Dios que habló con fe en ésas palabras para crear. Hay algo en nuestras palabras que crean lo malo o lo bueno. Si usted entra a una casa donde hay maldición, robo, gritos y escándalos, esa atmósfera está allí, ¿o no?

Entre a una casa donde hay pornografía y drogas sin freno, dónde hay todo tipo de pecado, y Ud. podrá sentir esa atmósfera. Las palabras cortan como una espada. Si las palabras pueden hacer eso y lo podemos sentir, ¡cuanto más cuando entres en una casa dónde está Dios y dónde se hablan las palabras de Dios! Donde se honra a Dios. Él dijo: quiero que sean señores sobre todo lo que vive.

Nosotros dijimos: Nos levantaremos y saldremos de deudas.

Nosotros dijimos: edificaremos éste santuario y lo hicimos.

Dijimos: levantaremos edificios por un valor de 40.000.000 de dólares incluyendo la tierra y lo hicimos, y no debemos nada a nadie.

Dijimos que evangelizaríamos el mundo y estamos dando millones para evangelizar el mundo. Y yo digo que evangelizaremos la ciudad de Houston, y lo haremos.

(CONTINÚA…)

Por Pastor John Osteen

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