habemus-ecclesiaPredicaciones – Habemus Ecclésia 5

 

Continuemos.

  • La Iglesia Evangélica centrada en sus programas y sin compasión por los que se pierden y sufren, también es una forma de idolatría.
  • El evangelio que en lugar de conducir a la negación y crucifixión del yo, encamina a la gente a la afirmación del yo, también es la raíz de todas las formas de idolatría y es el pecado que da origen a todos los pecados.

Nosotros no nos arrodillamos ante estatuas, pero si no nos limpiamos de estas y otras formas de idolatría no podremos ayudar a sacar la paja en el ojo ajeno, ni tendremos la autoridad moral para hacerlo. Si no nos limpiamos de nuestros liderazgos que lastiman a la gente, centrados en sí mismos, que se privilegian a sí mismo en lugar de privilegiar a Dios y a su gente, nosotros también experimentaremos que cada vez más número de evangélicos lo son nominalmente, pero que no viven como tales ni se congregan, ni son sal y luz en el mundo.

 

C. La tercera cosa es acelerar nuestro proceso de unidad.

Hoy gracias a Dios entre las diferentes iglesias y denominaciones evangélicas no tenemos mayores diferencias, al menos en las cuestiones esenciales. Tenemos que romper con las paredes personalistas que nos separan, con los caudillismos que impiden el avance del proceso, porque Jesús dijo que de nuestra unidad dependerá que el mundo crea. Y para que nuestra nación y nuestro continente sea impactado por el mensaje necesitamos cada vez más que el mundo vea a una iglesia unida misionando en unidad en cada ciudad. No una super iglesia, sino el Cuerpo de Cristo funcionando como tal, de manera visible, organizada, articulada, de manera que la gente vea y crea.

 

D. La cuarta cosa es que esa unidad tiene como propósito que el mundo crea. Es decir la misión.

  • Debemos predicar más y más de Cristo y a Cristo.
  • Discipular a las personas para que vivan según el estilo de vida del Reino. Que no sean sólo creyentes sino convertidos.
  • Servir a los necesitados desinteresadamente, aunque ese servicio no nos redunde en crecimiento numérico.

Los evangélicos tenemos un aporte único no sólo a nivel de la salvación individual de las personas sino también a nivel de nuestra influencia para la transformación de nuestras naciones, porque la cosmovisión protestante es diferente en cuanto a conceptos como el trabajo, la pobreza, progreso. Para nosotros, por ejemplo, la pobreza no es una virtud, sino que es el resultado de la injusticia y el pecado. Desde la sociología nos dicen que estas diferencias de cosmovisiones explican porque los países protestantes son prósperos y los católicos pobres. Este es un aporte con el que podemos bendecir a la gente en general y también al catolicismo.

Hacer de la Iglesia lo que bíblicamente es, una familia y las primicias de la nueva humanidad que Cristo vino a formar. Y adorar al único que merece ser adorado, el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo que está sentado en el trono, y al Cordero, el Hijo de Dios, nuestro único Salvador, llenos del Espíritu Santo.

La noticia con la que los medios de comunicación sacudieron al mundo fue: Habemus Papam, es decir, tenemos Papa. Y obviamente por la trascendencia espiritual y social que eso tiene miles de millones de personas se conmovieron. Pero parafraseando la expresión latina, hay otra noticia más extraordinaria y es: Habemus Ecclésia. Es decir hay Iglesia, o sería mejor decir: somos la Iglesia.

Somos los representantes de Dios en la tierra. Una Iglesia unida en cada ciudad para que el mundo crea. Una Iglesia sin manchas ni arrugas, limpia de idolatrías y de impurezas. Una iglesia gloriosa, llena del Espíritu Santo. Una iglesia multitudinaria de toda lengua y nación, como resultado de que misiona todo el Evangelio a todo el mundo en todas sus necesidades.

Hay Iglesia. Y esa Iglesia es la esperanza del mundo. Y pronto veremos que la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Dios, y que toda la gloria, la honra, el honor y el dominio sean para Él por siempre y siempre.

Por Pastor Carlos Mraida

Tomado de iglesiadelcentro.org

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

4 Comentarios

  1. Excelente articulo!! antes que predicar denominaciones, debemos predicar a Cristo!, no perder de vista e l origen de todo.

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